Si algo quedó en claro después del acto oficial de Plaza de Mayo es que la competencia electoral se aceleró. Y si bien Néstor Kirchner criticó ayer a Roberto Lavagna por coquetear en estos momentos con su candidatura presidencial, el mandatario terminó haciendo lo propio con la suya e, incluso, dejó margen para la de su mujer, la senadora Cristina Fernández. Lo hizo al afirmar que la concertación plural que propone va a tener un candidato “pingüino o pingüina”.

La impronta sureña no la aportó únicamente la mención del ave patagónica, con quien se siente identificado Kirchner, sino también la geografía: el Presidente habló desde Chubut, en el marco de un acto institucional.

“No nos vengan más con la teoría del miedo que tienen algunos economistas de este país que sirven a escuelas económicas pagadas por otro lado. Son tiempos de trabajo y no de candidaturas, que no nos hagan caer en la trampa de querer adelantar luchas electorales que no tienen nada que ver”, dijo en el sur. Sin mencionarlo, Kirchner le respondió decididamente a Lavagna, a quien además definió como un provocador.

En rigor de verdad, el ex ministro de Economía no se lanzó formalmente. Pero dejó que Raúl Alfonsín y sectores ligados históricamente a Eduardo Duhalde lo hicieran en su nombre. El ex presidente radical le obsequió, incluso, el lugar de cabeza de un futuro frente de centroizquierda.

No por casualidad hubo un tramo del discurso de Kirchner dedicado a Alfonsín, Fernando de la Rúa y Eduardo Duhalde, sus antecesores en la Rosada. “Quiero decir también que las fuerzas del pasado, aquellos que se escaparon de la Casa de Gobierno en helicóptero, o aquellos que se asustaron cuando estaban administrando, o aquellos que ayer hablaban de derechos humanos y hoy votan a favor de Patti, que tengan en claro que nosotros tenemos objetivos más grandes que preocuparnos por ellos”, dijo efusivamente.

En otro tramo de su arenga, el Presidente dejó por un momento a los dirigentes-sponsors de Lavagna y volvió sobre el ex ministro. Fue para marcarle, con algún grado de detalle, los límites de la “concertación plural” promovida por el Gobierno.

En un reportaje a La Nación, Lavagna dijo ayer que “ahora parece que tan plurales no somos”. La ironía fue un puñal para Kirchner. “El Gobierno no quiere armar ninguna concertación con los pequeños grupos económicos y los que querían la constitucionalidad de las leyes de obediencia debida y punto final de impunidad en la Argentina”, le devolvió el Presidente.

El listado oficial de indeseables incluyó, además, “a los que saquearon, vaciaron y fueron los delincuentes que fundieron la patria. Hablamos –agregó el mandatario– de concertación plural con el pueblo argentino, con los que quieren construir esa bandera que nos cobije a todos definitivamente”.

Lo que pretende Kirchner es integrar a nuevos extrapartidarios. Así como hizo en su momento con los ex aristas Graciela Ocaña y José Nun –a cargo del PAMI y la Secretaría de Cultura, respectivamente– busca por estas horas nuevos referentes de centroizquierda, como Héctor Polino. Sin embargo, el Partido Socialista le cerró anoche esta alternativa y confeccionó un comunicado durísimo contra el Gobierno (ver página 5).

Desencantado con sus compañeros de ruta, Polino pidió entonces que el texto al menos también exprese un rechazo explícito del socialismo a una futura alianza con Lavagna. Esto no sucedió y profundizó algunas especulaciones. Entre ellas, que el aspirante a gobernador por Santa Fe, Hermes Binner, termine siendo parte de una entente con el alfonsinismo y el duhaldismo residual, donde militan Juan José Alvarez, Francisco De Narváez, Jorge Sarghini y Eduardo Camaño.

Tantas idas y vueltas obligaron a Kirchner a alterar sus propios tiempos y expresar –sin que mediara la pregunta de un periodista, como ocurrió en los reportajes que concedió a Página/12 y Clarín– la posibilidad de su propia candidatura presidencial, o eventualmente la de Cristina, para las elecciones del 2007.

“Todo este espacio de concertación plural, todo este espacio de movimiento nacional, va a tener un candidato, que va a ser argentino o argentina, o pingüino o pingüina, pero vamos a tener un candidato, no tengan dudas.”