La reaparición mediática del capitán retirado Walter Grosse le jugó una mala pasada: al reconocerlo como el represor que golpeó a un cronista de América TV en el acto de homenaje a “los muertos por la subversión” que trocó en una reivindicación del terrorismo de Estado la Justicia le prohibió salir del país. Grosse está imputado en una causa reabierta por tormentos y desapariciones en la provincia de Buenos Aires.

La Secretaría de Derechos Humanos bonaerense, junto a otros organismos de derechos humanos de Olavarría, Azul y Tandil se presentaron ante el juez federal Juan José Comparato para pedirle que le prohibiera traspasar las fronteras a Grosse. El magistrado hizo lugar a la medida en forma preventiva hasta tanto se incorporen nuevos elementos a la causa en la que se investiga el circuito de represión ilegal y centros clandestinos en Azul, Tandil, Olavarría y Las Flores, en la que la secretaría es querellante.

Los testigos de las investigaciones abiertas por el Tribunal Oral de Mar del Plata y por la Cámara Federal de La Plata identifican a Grosse como uno de los torturadores del centro clandestino Monte Peloni y en el Regimiento de Caballería Blindada Lanceros General Paz, ambos ubicados en Olavarría.

La cara de Grosse golpeando a Marcelo López, el cronista televisivo que cubrió el acto frente al cenotafio de Malvinas en Plaza San Martín, apareció no sólo en la pantalla sino también en las fotos de distintos medios gráficos.

Como tantos otros integrantes de los grupos de tareas de la última dictadura, Grosse logró camuflarse en democracia pero el acto convocado para homenajear a los “muertos por la subversión” los puso otra vez bajo la luz pública.

Anteanoche, el presidente Néstor Kirchner firmó el decreto designando al general Gustavo Schurlen como sumariante para decidir si les da la baja al general Juan Miguel Angel Giuliano, a los coroneles retirados Miguel Angel Sciurano, Rodolfo Solís, José Gaspar Chas, Guillermo César Viola y al teniente coronel Emilio Nani. Estos retirados asistieron al acto del 24 de mayo vestidos de uniforme. En el caso de Giuliano se esmeró, además, en sus críticas al Presidente y al jefe del Ejército, Roberto Bendini. El Ejército también denunció a Grosse por su actuación en ese acto.