Nadie miraba el reloj porque la impuntualidad es tradición en las reuniones legislativas. Cuando habían pasado cuarenta y cinco minutos de espera, el titular de la Comisión de Presupuesto les pidió a los radicales Ernesto Sanz y Gerardo Morales que se sentaran para comenzar el tratamiento de la iniciativa enviada por el Gobierno la semana pasada, que le otorga al jefe de gabinete la facultad de reasignar partidas presupuestarias, proyecto conocido como el de los superpoderes. “Junten quórum con sus legisladores. Nosotros vinimos a dar el debate, pero no pretendan conseguir el quórum a través nuestro”, respondió Morales antes de abandonar la comisión. La reunión que no fue se concretará hoy al mediodía. Allí el oficialismo podrá revertir el fracaso de ayer. Fracaso que justifican diciendo que la niebla que se instaló sobre Buenos Aires desde hace dos días impidió viajar a muchos de sus senadores. Luego de desmentir la existencia de diferencias internas, el senador Jorge Capitanich adelantó que el texto que vino desde la Casa Rosada podría ser modificado.

En las correcciones, el oficialismo pretende establecer que el jefe de gabinete realice un informe trimestral a ambas cámaras del Congreso. La otra modificación será de redacción, un punto formal pero no tanto. Ateniéndose al estilo constitucional, en lugar de establecer que se faculta al jefe de gabinete a modificar partidas presupuestarias, se dirá que “le corresponde” o “podrá”.

Cuando los dos radicales se levantaron de la reunión de Presupuesto, el oficialismo había sentado a tan solo tres senadores. Capitanich, titular de la comisión, el salteño Marcelo López Arias, quien adelantó que tiene objeciones por las que firmaría en disidencia parcial, y la porteña Vilma Ibarra. La comisión tiene 16 miembros. De esos 16 integrantes, 9 son del oficialismo. Con ocho presentes tiene quórum para firmar dictamen. Pasada media hora puede comenzar la reunión con cinco senadores. Al explicar las ausencias del chubutense Marcelo Guinle, del formoseño José Mayans, del misionero Maurice Closs y del jujeño Guillermo Jenefes, el titular de la comisión dijo que la niebla les había impedido arribar en término. También estaba ausente el mendocino Celso Jaque, quien llegó unos minutos más tarde. Con lo que los oficialistas llegaron a cuatro. Finalmente por la falta de un parlamentario, el kirchnerismo levantó la reunión de ayer. La senadora Cristina Fernández de Kirchner tampoco estuvo entre los presentes, a pesar de que una hora más tarde le tocó presidir la reunión de Asuntos Constitucionales.

“La niebla no les deja ver la Constitución”, respondió Sanz luego de escuchar las explicaciones de Capitanich. El titular de la bancada radical defendió la movida que llevó a levantar la reunión de la comisión. “Es el ejercicio de un legítimo derecho parlamentario. Hoy el Ejecutivo quería tratar un proyecto que ingresó el viernes pasado, que no tiene estado parlamentario y ni siquiera logró sentar a sus propios legisladores. Había tres senadores, dónde están los restantes seis”, dijo.

El radical adelantó que “si el proyecto sale sin una coma de modificación, recurriremos a la Justicia, ya que el Poder Judicial es el que puede corregir el avance del Poder Ejecutivo sobre el Poder Legislativo”. Los legisladores del oficialismo coincidieron en calificar a la movida del radicalismo como “de corto alcance”. “En esta comisión siempre existieron diferencias y eso no fue un obstáculo para sesionar. Mañana debatiremos, nosotros tenemos 8 firmas garantizadas”, recordó Capitanich, insistiendo con que “no hay diferencias dentro de su bancada”. Tan solo un problema climático y nada más.

Ayer al mediodía, junto al jefe de la bancada, Miguel Angel Pichetto, Capitanich analizó el proyecto del gobierno junto al jefe de Gabinete Alberto Fernández. También analizaron la presencia de Fernández en elrecinto de la Cámara alta. Adelantaron que puntualmente se presentará a las 15.30. Más allá de la suma de preguntas existentes y de los temas pendientes, el oficialismo asegura que el de los superpoderes será el tema excluyente de la sesión. A última hora de ayer, la bancada radical pidió por nota que el proyecto de los superpoderes también sea girado a la Comisión de Asuntos Constitucionales que preside la primera dama. Algo que el oficialismo tomará sin duda como una chicana, ya que viene a entorpecer el apuro con el que pretende conseguir la aprobación de la iniciativa.