El gobernador Felipe Solá defendió ayer la prórroga de 15 años que otorgó a las concesiones de los bingos que funcionan en territorio bonaerense. “Se necesita la mayor cantidad de plata posible del juego porque no quiero endeudar a la provincia de Buenos Aires, que ya fue endeudada de manera muy fuerte”, sostuvo Solá, quien decidió renovar las licencias de las 46 salas de bingo que hay en la provincia de Buenos Aires, ya que “renunciaron –explicó el mandatario– a los años que tenían de gracia y van a pagar al Estado alrededor de 1500 millones de pesos, además de los 570 millones que recibimos por año”.