Viernes, 14 de julio de 2006 | Hoy
EL PAíS › EL JUICIO AL TURCO JULIAN
“La Navidad es la fecha de Dios y acá los únicos dioses somos nosotros, que resolvimos liberarlos para que sean testimonio del horror que pueden vivir quienes no entienden cómo deben portarse”, les anunció el represor Julio “Turco Julián” Simón, el 22 de diciembre de 1978, a un grupo de prisioneros que iban a ser liberados del campo clandestino de detención El Olimpo. La frase surgió del testimonio de Jorge Roabasto, Hugo Roberto Merola y la psicóloga Adriana Claudia Trillo, quienes fueron secuestrados simultáneamente e integraban la agrupación Cristianos para la Liberación, donde militaba el matrimonio Poblete, por cuyo secuestro, torturas y desaparición –y la entrega a los apropiadores de su hija Claudia– está siendo juzgado el Turco Julián.
Ayer fue la última jornada de recepción de testimonios en el Tribunal Oral en lo Federal Cinco, los sobrevivientes declararon que el Turco Julián tenía “poder de decisión” en el centro clandestino, al que “siempre” concurría y donde se movía con “bastante autoridad”. También confirmaron que el Turco Julián participaba activamente en las sesiones de torturas, aplicando corriente eléctrica o interrogando a las víctimas. Roabasto recordó haber visto cuando Hlaczik, la esposa de Poblete, era “arrastrada de los pelos y desnuda” a la sala de tortura donde estaba la “parrilla” en la que se picaneaba a los detenidos. La testigo contó que, tras ser liberada, fue citada a una dependencia militar donde le mostraron fotos de otras personas que habían estado en El Olimpo. Cuando Roabasto quiso saber el destino de algunos de sus compañeros de cautiverio, le contestaron: “Esos le dieron de comer a los pescaditos”.
El juicio se reanudará el 18 de julio, y está previsto que los jueces escuchen el alegato de los abogados de la querella –conformada por el Centro de Estudio Legales y Sociales y Buscarita Roa, madre de Poblete– y 48 horas después el de la defensa del Turco Julián. Las partes volverán a cruzarse el 2 de agosto para efectuar sus respectivas “réplicas” en pos de desvirtuar los alegatos del contrario. Dos días después el represor tendrá oportunidad de decir sus “últimas palabras” antes del veredicto.
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.