Luego de que Roberto Lavagna afirmase que “Macri está a la derecha”, el líder del PRO pidió que se termine “el cuentito perimido de las derechas y las izquierdas”, porque “hablar de eso suena tan antiguo como tener a (el ex presidente) Raúl Alfonsín como el armador de una fuerza” para competir en las elecciones de 2007. Para el presidente de Boca a un dirigente hay que medirlo “en función de si sabe o no resolver los problemas”. Pocas horas después en San Juan, adónde llegó en el marco de una gira que lo llevó por varias capitales de provincia, Lavagna negó que haya un “conflicto” o “pelea” con Macri y enumeró los puntos por los cuales la relación entre el lavagnismo y el macrismo atravesaría por un buen momento parlamentario. Con esta declaración el ex ministro de Economía buscó descomprimir la tensión desatada tras publicar una solicitada en la que reveló su programa de gobierno, lo que causó desagrado en las filas de PRO.