El ministro de Seguridad bonaerense, León Arslanian, aseguró que la desaparición del albañil Luis Gerez “no fue esclarecida” y, cinco meses después, no hay “ningún testigo” que permita reconstruir el momento de su liberación. “No fuimos ni para atrás ni para adelante”, subrayó el funcionario respecto de este testigo que acusó al represor Luis Patti en el Congreso y que estuvo secuestrado entre el 27 y el 29 de diciembre. Por el contrario, el ministro consideró que la investigación del desaparecido Jorge Julio López, testigo del juicio contra el represor Miguel Etchecolatz, está “bien encaminada” y “debería llevar a una resolución”. Y realizó una enfática defensa de su gestión.

En el marco de las conferencias “Fortalecimiento de la comunicación política en la Argentina”, convocada por un grupo de periodistas y con el respaldo de la fundación Konrad Adenauer, Arslanian remarcó los puntos flacos del caso Gerez. En ese sentido, el ministro advirtió que la aparente responsabilidad de bandas de ultraderecha ligadas a la dictadura eran sólo “hipótesis”. Respecto del momento de la liberación afirmó que “es un caso sin ningún testigo” y, en alusión a la víctima, dijo que fue “una fuente de aportación muy pobre” de elementos que permitieran reconstruir los hechos.

Con mayor énfasis que en sus anteriores declaraciones, el ministro marcó los límites de la resolución e investigación del secuestro del albañil, quien apareció tras un discurso por televisión del presidente Néstor Kirchner. Sin embargo, se manifestó más optimista respecto de la marcha del caso López. Aunque no amplían en detalles los investigadores a su mando, la Justicia y parte de la querella manejan una hipótesis vinculada con una banda mixta, de uniformados en actividad y retirados.

Arslanian, a su vez, desplegó una enfática defensa de su gestión frente a los últimos delitos que tomaron trascendencia pública y ante las críticas que tradicionalmente surgen desde Juan Carlos Blumberg y los sectores políticos que lo acompañan. En ese sentido, el ministro consideró que los asaltos a los countries cobraron “una actualidad insólita, inexplicable”, apuntó a la seguridad privada y las complicidades internas en estos barrios, y dijo que, del “pequeño número” que incluyó una “agresión externa”, el “80 por ciento fue esclarecido”. Según el ministro, que ya anticipó que cuando culmine la gestión de Felipe Solá se irá de la función pública, “dista de ser un tema preocupante”, y acusó a quienes buscan “que todos piensen que es un país donde ya no se puede circular”. Se lamentó que esta polémica no contribuya a salir del “debate estéril de garantismo versus mano dura”. A su vez, en alusión al padre de Axel Blumberg, el ministro dijo que “sus recetas son malas, carecen de diagnóstico” y remató que “la desgracia no ilustra”. Arslanian destacó que con su “gestión” los secuestros extorsivos “han desaparecido” y defendió las exoneraciones de policías. “Se les acreditaron hechos terribles: liberación de zonas, extorsión y tormentos, por lo tanto enhorabuena que están afuera”, concluyó.