Mauricio Macri no quiere apartarse un centímetro de su estrategia de campaña que consiste en hablar sólo de temas porteños sin saltearse ningún bache. Ayer, su aliado, el candidato presidencial de Recrear, Ricardo López Murphy, salió a mostrar sus diferencias con esa postura. Adelantó que es posible que participe de la campaña para los comicios del 3 de junio siempre y cuando se traten temas de “ribetes nacionales”.

López Murphy hizo esa reflexión dentro del marco de lo que viene sucediendo con los otros candidatos: la senadora Cristina Fernández de Kirchner compartió el martes una cena con el candidato kirchnerista Daniel Filmus y Elisa Carrió anticipó que compartirá el acto de cierre del jefe de Gobierno Jorge Telerman. “Si adquiere ribetes nacionales, vamos a participar”, insistió el Bulldog.

La relación entre Macri y López Murphy se caracteriza por sus vaivenes. Por nombrar un hecho, el líder de Recrear no asistió al lanzamiento de la fórmula Macri-Gabriela Micchetti. En los últimos días desde la agrupación de López Murphy machacan con que Macri, además de hablar de inseguridad y semáforos, debe salir a pegarle al gobierno de Néstor Kirchner con la idea de que en la ciudad de Buenos Aires las campañas siempre tienden a nacionalizarse. López Murphy, ayer, dejó trascender ese malestar.