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“Todo se define con el informe que viene del FBI. Está prometido para este mes, tal vez antes del 15. Se supone que allí vendrá el perfil genético de quién o quiénes, porque no descartamos que hayan sido dos, estuvieron en esa habitación la noche del crimen.” La frase proviene de una fuente allegada al fiscal Javier Di Santo quien, desde el punto de vista de la investigación misma, considera que la polémica sobre si Nora Dalmasso fue violada o mantuvo una relación sexual consentida ya fue saldada: “Hay un grado de acuerdo bastante grande entre los forenses sobre las lesiones que tiene la víctima. Ese es el hecho objetivo. Después viene la interpretación. Ya está claro que si la fiscalía imputó al pintor Gastón Zárate por homicidio y abuso sexual y a Facundo Macarrón por homicidio y abuso sexual, aunque en grado de sospecha leve, considera que hay abuso sexual, es decir un ataque sexual, una violación, contra Nora Dalmasso. La conclusión surge de las lesiones, pero también de varias otras pruebas: ella ya se había sacado el maquillaje, algo que no hacía sino antes de irse a la cama a dormir, no existen antecedentes de que recibiera a alguien en su casa y en la cama de la hija, de los teléfonos no surge que haya hecho ninguna cita, en la pesquisa no aparece que tenga otro amante, salvo el contador que estaba en Punta del Este y hay en la causa otros elementos que van en el mismo sentido. Una investigación no depende únicamente de lo que dicen unos u otros forenses, sino que es un conjunto”, explicó la fuente de la fiscalía.

En diálogo con este diario, el forense cordobés Mario Vignolo reiteró que su primera hipótesis es que hubo una relación sexual consentida, con un tono brutal, pero que no se puede descartar la idea de la violación. Vignolo fue convocado por Di Santo para que supervise las conclusiones de la autopsia realizada por Virginia Ferreira, Guillermo Ma-zzucchelli y Martín Subirachs. El otro forense al que se le encomendó esa tarea de supervisión fue Ricardo Cacciaguerra, quien en su informe se inclinó por la hipótesis de la violación. Este último dictamen, más las pruebas del expediente, fueron la base de las acusaciones del fiscal por abuso sexual contra Zárate y Facundo.

La teoría de Raffo

El defensor del hijo de Norita, Marcelo Brito, asombrosamente reflotó en las últimas dos semanas este debate que, de hecho, ya estaba saldado por el fiscal. No faltan quienes lo acusan de querer embarrar la cancha, utilizando una crítica despiadada al trabajo de los forenses para que, en caso de que vaya prosperando la imputación contra Facundo, pedir la nulidad de todo lo actuado. También puso sobre el tapete la teoría de que a Dalmasso no la mataron en esa habitación, algo que no tiene el respaldo de ningún forense. Ni siquiera Raffo, que junto a otros médicos legistas viene analizando el caso desde hace siete meses con este diario, planteó nunca esa posibilidad. Estas son algunas de las bases de la hipótesis de la violación que sustenta Raffo:

- Hay un hematoma sobre el labio superior que, según su experiencia, es la marca que dejan quienes le tapan la boca y la nariz a su víctima.

- Existe un hematoma de casi ocho centímetros en el cráneo, producto de un golpe. Raffo sostiene que podría tratarse de un golpe contra la pared, pero también de un objeto contundente. Su mayor crítica es que no se abrió el cráneo, lo que hubiera permitido tener mayor claridad sobre la potencia y efecto de ese golpe. Su hipótesis es que posiblemente la asfixia con las manos y el golpe desmayaron a Dalmasso.

- La autopsia oficial habla de “golpes” en el cráneo, pero éstos no se detallan. De todas maneras, también contribuyen a asentar el cuadro de violencia.

- Raffo está convencido de que a Nora la mataron estrangulándola con las manos. “El doble lazo con el cinturón de la bata da la impresión de ser post mortem. Hay una nítida foto del surco en la garganta y creo que fue la forma en la que el asesino la remató”, le dijo el forense a Página/12.

- “Hay una mordida en el pezón derecho –siguió detallando Raffo–, del que debió sacarse una especie de molde porque hubiera servido para identificar la dentadura del homicida. Hay también una agresión en el seno izquierdo.”

- “Hay una hematoma en la vulva, una fisura en el ano, rastros de forcejeo en los muslos, un moretón en la mano derecha, otro en el codo.”

- “Y, no puedo dejar de ver la escena en su conjunto. Ella quedó en la cama, de espaldas, en posición copulativa, con las piernas abiertas. Por mi experiencia, parece claro que estamos ante un homicidio sexual”, concluyó el afamado forense

A estos elementos hay que agregar un detalle observado por todos los forenses: existe una marca por encima de la cintura de Nora y debajo del pecho que es compatible con la hebilla de un cinturón. La idea es que quien la mató no se terminó de sacar los pantalones.

Relación o violación

Mas allá de las ópticas, en la fiscalía consideran que las lesiones descriptas por todos los forenses podrían haberse producido en una relación fuerte, como dicen unos, o en una violación como dicen los otros. Y entonces la definición de la polémica –siempre según la fiscalía– se concentra en las demás pruebas existentes en el expediente.

Hoy por hoy, en la oficina de Di Santo consideran que las pruebas contra el pintor Zárate son numerosas y de gran importancia. Incluyen casi una confesión que le hizo a su amigo Carlos Curiotti, numerosas evidencias de que tuvo en su poder los dos celulares de Nora, antecedentes gravísimos de violencia, como la denuncia que le hizo su madre por intentar ahorcarla, pegarle trompadas y patadas y otros elementos que constan en el expediente. La base para imputar a Facundo es el estudio genético que determinó que células encontradas en la escena, principalmente en la vulva, la vagina y las sábanas, pertenecen a un varón del linaje masculino de los Macarrón. Fuentes allegadas al fiscal admitieron que después de la declaración indagatoria de Facundo no apareció ninguna otra prueba que pudiera implicarlo, o sea que hasta el momento no hay evidencias de que el joven haya estado en Río Cuarto. No obstante, el fiscal dice que el informe del Ceprocor es una prueba fuerte y objetiva en su contra.

Mañana va a declarar el biólogo Daniel Zabala, quien sostuvo al principio que encontró semen en el cuerpo de Nora y luego fue desmentido por el Ceprocor. También el médico policial Juan Ribecky, que fue el primer especialista que estuvo en la escena del crimen. El martes se producirá la curiosa extracción de sangre a los varones Macarrón y a Zárate (ver aparte). En realidad, esa sangre no hay contra qué compararla hoy en día, pero como dicen en la fiscalía, la apuesta es que el gran dato, la prueba definitiva, venga de la mano del estudio genético del FBI. Este diario consultó a varios genetistas sobre las posibilidades de que el organismo norteamericano no haya podido determinar un patrón genético del homicida. Los profesionales consultados creen que es muy probable que algo venga del Norte, porque las muestras enviadas son numerosas. Cuando se les pregunta a todos los que intervienen en el caso qué sucedería si de Estados Unidos llega un informe en el que diga que no se pudo obtener ningún patrón genético, la mayoría coincide en que, en esa eventualidad, la resolución del crimen de Nora Dalmasso será difícil, casi imposible.