El que manda es el verdadero ingeniero. Ese fue el mensaje que recibió el inyenieri Juan Carlos Blumberg, a quien la chance de ser candidato a gobernador bonaerense por PRO se le va escapando de las manos. En un encuentro por momentos tenso que mantuvo el lunes con el jefe de Gobierno electo Mauricio Macri y su primo Jorge recibió un estricto pliego de condiciones. Los Macri le plantearon que deberá sumarse a PRO sin poner reparos ni negociar previamente lugares en las listas (ni siquiera el propio) y que la política de alianzas no la definirá él. Y que el Jefe es Macri. “Le dejamos en claro que Mauricio es el que conduce”, contaron cerca del líder de PRO.

Macri atrasó su partida a sus vacaciones parisinas, que iba a iniciar el domingo y finalmente comenzó el lunes. Ese día, recibió por la mañana al falso ingeniero en su casa en Barrio Parque, para redefinir cómo continuará su relación política tras el reconocimiento de Blumberg de que había mentido con respecto a su título. En un programa de Radio 10 había asegurado que era “ingeniero textil, recibido en la Universidad de Röttingen, Alemania”, pero este diario averiguó que en ese pueblito no existe ninguna casa de altos estudios. Eso no le impidió presentarse con ese título en sus tarjetas, en la página web de la Fundación y hasta en una declaración bajo juramento ante la fiscalía antisecuestros de San Isidro. Por esto último, un sector del kirchnerismo lo denunció ante la Justicia por “usurpación de título”.

Luego de tres largos días de silencio, en los que Macri le insistió por todos los medios para que saliera a aclarar, Blumberg finalmente aseguró que “metió la pata” y pidió perdón. Luego el presidente de Boca lo elogió en una forma algo curiosa, dadas las circunstancias: “Más honesto no podría haber sido”. “El tendrá que ver cómo quedó su relación con la gente”, destacó el ingeniero (con título). En tanto, Blumberg pasó de festejar abiertamente con Macri su triunfo en primera vuelta a escabullirse de las cámaras en el bunker de PRO durante el ballottage.

En el encuentro que tuvieron el lunes, el Jefe le repitió las condiciones que enumeró su primo en un reportaje con Página/12 el domingo pasado: “Nosotros queremos saber si podemos hacer política con él”, había planteado Jorge Macri, quien es el candidato a gobernador de PRO en caso de que el inyenieri haga sapito. En la reunión, que duró un poco más de una hora, Mauricio Macri le reiteró su invitación a que se “meta en política”. Pero le advirtió que no tiene decidido quién encabezará la boleta. Una sutil forma de marcarle que él ya no es el candidato por antonomasia y que su incorporación será sin candidaturas a priori.

Macri también le señaló que debía incorporarse a PRO y no seguir pensando que podía ser candidato como parte de un armado propio de alianzas, con PRO como un sector más. Los macristas descubrieron de que el titular de la Fundación Axel Blumberg por la vida de nuestro hijos había iniciado encuentros con sectores del ex ministro de Trabajo menemista Jorge Triaca y con resabios del duhaldismo: tuvo un almuerzo del que participaron, entre otros, el ultraduhaldista Daniel “Chicho” Basile y el ex secretario de Asuntos Militares de Adolfo Rodríguez Saá, Hugo Franco, quien acumula un largo currículum en el menemismo y que tampoco habría sido ajeno al masserismo.

Preocupado por quedar pegado a más de un piantavotos, Jorge Macri levantó el teléfono apenas se enteró y lo llamó a Blumberg.

–No, pero si fue sólo un almuerzo –se excusó el inyenieri.

–La política es con quién comés, con quién te sacás la foto. Es el arte de lo gestual –le bufó el dirigente bonaerense.

En la reunión del lunes, Mauricio Macri también le dijo que su incorporación a PRO sería sin poner condiciones en las listas, como el lugar que negoció para su adláter Gerardo Ingaramo entre los legisladores porteños. Cerca del líder de PRO destacaron que luego del papelón del título las cosas han cambiado y que a Blumberg lo recibirán “en la medida que sea en el PRO y que entienda que nosotros definimos la política”. “Y quien conduce es Mauricio”, subrayaron.

“No sé bien qué hacer. Lo estoy pensando, porque la gente me lo pide”, repitió Blumberg, para escudarse de las condiciones que le plantearon en el encuentro en la casa de Macri.

–Bueno, lo voy a pensar –concluyó finalmente.

–Está bien, piénselo. Y me contesta cuando vuelvo –lo apuró Macri.

Ya otras veces Macri esperó una respuesta del inyenieri, que una y otra vez postergó su definición: después del juicio por el secuestro y asesinato de su hijo, tras sus vacaciones y a fines de marzo de este año fueron los plazos que le fue poniendo al líder de PRO, sin soltar prenda. Esta vez con el cambio de roles tras el escándalo y la victoria porteña, Macri no parece haberle dejado demasiado resto para más dilaciones.

El encargado de asegurarse de que las cosas avancen es su primo, que volverá a reunirse con el padre de Axel a fines de esta semana para continuar discutiendo las condiciones de su incorporación. Blumberg, que el lunes estuvo solo, sumará en estos encuentros al resto de su entorno de la Fundación, incluido Ingaramo. Para ese momento, los macristas esperan tener más datos sobre cuánto mide el falso ingeniero, un elemento que jugará en la mesa de negociaciones. El diálogo continuará hasta el 25 de julio, cuando retorne de París el Jefe.