Aunque el lema de campaña de Cristina es “El cambio recién empieza”, Néstor Kirchner se preocupó en resaltar ayer la idea de continuidad, al asegurar que en caso de que su mujer alcance la presidencia buscará “consolidar las políticas” ya implementadas durante los últimos cuatro años. Y, en afán de posicionar a la senadora, el mandatario vaticinó que ella hará “muchísimo mejor gobierno” que el suyo.

Kirchner volvió a impulsar la candidatura de Cristina en un acto celebrado en la Casa Rosada, donde anunció obras de saneamiento y la entrega de viviendas para el partido de Ezeiza. A diferencia del acto del lunes, también celebrado en el Salón Sur de la Casa de Gobierno, la primera dama estuvo ausente.

La idea de introducir la palabra “cambio” primó entre los promotores de la campaña. Por eso el término aparece en los afiches confeccionados por el secretario de Medios, Enrique Albistur. El Gobierno sabe el desgaste que significan cuatro años de gestión y no quiere que las promesas de oxigenación queden en manos de los referentes de la oposición.

Sin embargo, Kirchner dejó en claro que el cambio no es romper con los actuales lineamientos, sino darles continuidad y profundidad a las medidas que él puso en marcha desde su asunción, el 25 de mayo de 2003. Durante su discurso, el primer mandatario destacó que “en la Argentina la profundización del cambio viene de la mano de una mujer, que no tengan ninguna duda va a hacer muchísimo mejor gobierno que el que nos tocó asumir hasta ahora”. Lo escuchaban, atentos, el gobernador bonaerense, Felipe Solá; el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido; los secretarios José López (Obras Públicas) y Carlos Zannini (Legal y Técnica); y el intendente de Ezeiza, Alejandro Granados.

El Presidente dio por hecho que Cristina pondrá el acento en la calidad institucional. “La decisión que hemos tomado de que en las elecciones del 28 de octubre (vayamos) con Cristina como nuestra candidata a presidente, tiende a consolidar las políticas fundacionales que hemos tenido en esta etapa”, sentenció Kirchner para luego resaltar que en la próxima gestión “hay que consolidar el perfil de un país estratégico, (aplicar) una fuerte política con las pymes, seguir profundizando el mejoramiento de la calidad institucional y definitivamente consolidar el cambio que recién empieza”.

Se sabe: Cristina Kirchner se lanzará formalmente el 19 de este mes en el Teatro Argentino de La Plata. Pero recién el 9 de agosto será el turno de la presentación de la fórmula, que completará –a esta altura es un secreto a voces– el gobernador mendocino Julio Cobos, integrante de los radicales K.

No está claro aún el lugar donde la senadora y el mandatario provincial darán el puntapié inicial a la campaña. Todo el mundo le acerca ideas: entre ellos algunos dirigentes de la CGT, como el mandamás de la central obrera, Hugo Moyano, y el portuario Juan Carlos Schmid, quienes llevaron al Gobierno la propuesta de hacer el acto de presentación del binomio en la ciudad de Rosario.

Más allá de los puntos de partida formales, la campaña ya se puso en marcha: el denominado grupo Las Generales, que integran Patricia Vaca Narvaja, Marita Perceval, Graciela Ocaña y Juliana Di Tullio, reunirá hoy dirigentes transversales y organizaciones sociales en el Museo Evita para trabajar por la candidatura presidencial de Cristina.

Claro que simultáneamente a los apoyos surgieron muchas voces disidentes y críticas hacia la figura de la primera dama. Fue el caso de la senadora Chiche Duhalde (ver aparte) y de la dirigencia del ARI. “Queremos que la senadora Kirchner se pronuncie sobre lo que están haciendo diputados que responden a su fuerza”, desafió el presidente del bloque de diputados nacionales del ARI, Eduardo Macaluse, al referirse al polémico proyecto que extiende el beneficio jubilatorio a partir de los 50 años para los intendentes bonaerenses y que fue aprobado la semana pasada por la Cámara baja provincial.