La discusión sobre la derogación de la Ley Cafiero y el traspaso de la policía al ámbito de la ciudad de Buenos Aires dio lugar ayer al primer cortocircuito entre el gobierno nacional y el macrismo. El enfrentamiento quedó planteado entre el ministro del Interior, Aníbal Fernández, y los diputados macristas Federico Pinedo y Eugenio Burzaco, que se quejaron de que no les concedió una audiencia que le solicitaron para avanzar en ese sentido. Mientras el funcionario nacional aclaró que esperará que Mauricio Macri regrese de sus vacaciones en París para retomar el diálogo al respecto, Burzaco consideró que “es una lástima que el ministro requiera de una burocrática formalidad para comenzar a tratar los temas que tanto preocupan a los vecinos la ciudad”.

“El día que el Presidente se reunió con el jefe de la ciudad electo se habló puntualmente de hacer las cosas paso a paso. En primer lugar, se iba a trabajar sobre la modificación de la Ley Cafiero, fruto del artículo 129 de la Constitución que regula la vida entre la ciudad de Buenos Aires y el gobierno de la Nación”, explicó Fernández frente a la queja de Burzaco y Pinedo. También recordó que en el encuentro entre Néstor Kirchner y Macri “se acordó de que se iba a resolver antes del 15 de agosto” en el Congreso y fue claro en un punto: “No vamos a trabajar sobre ninguna otra cosa hasta que la ley esté concluida”.

Fernández es el responsable de la Policía Federal. El apuro de los macristas de que les conceda una audiencia tiene que ver con su interés de acelerar la discusión del traspaso de la Superintendencia de Seguridad Metropolitana de esa fuerza a la ciudad para hacerlo en el menor tiempo posible una vez derogada la Ley Cafiero.

A propósito de la actitud del ministro del Interior, Pinedo remarcó que Kirchner tiene “un compromiso muy firme” para avanzar en la autonomía de la ciudad, aunque “camina más rápido que su gente”. El titular de la bancada del PRO en Diputados se sumó así a Burzaco, que consideró que esperar a Macri es una “burocrática formalidad”. El asesor del jefe de Gobierno electo en materia de seguridad dijo no ver, además, “la incompatibilidad de ir avanzando en cuestiones referidas al traspaso de la policía, mientras el Congreso trata la modificación de la Ley Cafiero”.

“Me ha llegado un mail de Burzaco, pero no sé quién es Burzaco. Sé que es un diputado, pero a mí nadie me dijo que tenía que recibirlo a Burzaco o que iba a representarlo al ingeniero Macri”, lo desacreditó Fernández. En la misma línea, advirtió que “así como los gobernadores en funciones llaman al ministro del Interior para interiorizarse de cada una de las cuestiones, el jefe de la ciudad deberá hacer lo mismo” y remató: “Cuando él me llame, veremos cómo hacemos”.