La corona de España no quiere que el rey Juan Carlos quede mal parado después de un año de gestiones y hace esfuerzos para que luego de la Cumbre Iberoamericana de Chile los presidentes Tabaré Vázquez y Néstor Kirchner firmen por lo menos un preacuerdo sobre Botnia. La versión fue difundida ayer por voceros del gobierno uruguayo, según los cuales el facilitador Juan Antonio Yáñez Barnuevo realiza una ronda de consultas sobre lo que podría firmarse a modo de compromiso.

Según las fuentes, el punto difícil pasa por encontrar una fórmula que suponga algún beneficio para la Argentina, dado que ya es un hecho que la pastera comenzará a funcionar.

La existencia de estas negociaciones fue comentada en Fray Bentos por el intendente del departamento, Omar Lafluf, quien aseguró que “va a haber una reunión entre una delegación uruguaya, una delegación argentina y el facilitador” de la corona española, Juan Antonio Yáñez Barnuevo. Lafluf señaló que el encuentro se realizaría antes de la Cumbre que comenzará el jueves. Sin embargo, en Buenos Aires, la posibilidad no fue confirmada.

Las negociaciones realizadas bajo la facilitación de España llevan casi doce meses sin que hasta ahora hayan tenido ningún resultado visible. Se iniciaron por un pedido de Kirchner al rey Juan Carlos durante la visita que el monarca hizo al Uruguay durante la Cumbre Iberoamericana anterior. Después de una serie de negociaciones muy trabadas, los representantes de Argentina y Uruguay acordaron un temario que incluyó tanto la discusión sobre la localización de la planta como los cortes de ruta. En las reuniones que siguieron cada parte argumentó en favor de su postura; Uruguay ofrece un monitoreo conjunto de la planta, mientras que la Argentina pidió su traslado.

El rey de España viajará a Chile esta semana para participar de la Cumbre. Allí coincidirá con los presidentes Vázquez y Kirchner, quien estará acompañado por la mandataria electa. Hasta ahora no hay agendada ninguna reunión bilateral.

La autorización para que Botnia comience a operar era una decisión esperada, que el gobierno de Vázquez demoró por un acuerdo con Buenos Aires hasta después de las elecciones argentinas. De todos modos, en la Casa Rosada no esperaban que la noticia se diera a conocer antes de la Cumbre. En los últimos tiempos los dos gobiernos venían cruzando gestos de distensión: Vázquez fue el primer presidente en saludar a Cristina Kirchner por el triunfo en las elecciones y ella dijo que quería viajar al Uruguay. Pero también Botnia movió el tablero: su máximo directivo, Erkki Varis, viajó desde Finlandia a Montevideo para acelerar los trámites.

La preocupación de la corona española por salvar el diálogo se hizo evidente con el llamado del canciller Miguel Angel Moratinos a Tabaré Vázquez para pedirle que postergara la entrada en producción de la planta. Vázquez accedió, pero el daño ya estaba hecho. Además, se prepara a hacer un nuevo gesto que enturbiará las relaciones: el lunes va a encabezar el acto de bautismo de una barcaza que transportará la producción de Botnia cuando entre en funcionamiento.