El Estado argentino pagó hasta el día de hoy cerca de medio millón de dólares a los cuatro abogados extranjeros que representan al país ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya en el conflicto por las papeleras. La Cancillería había dispuesto mantener como un “secreto de estado” el monto de esos honorarios, pero la presidenta electa, Cristina Fernández de Kirchner, ordenó dar a publicidad esa información en tren de evitar suspicacias y el canciller Jorge Taiana acató.

El canciller firmó ayer la resolución liberando el secreto. Según justificaron en la Casa Rosada, el celo mostrado en la decisión de no divulgar los honorarios de los profesionales tenía que ver con la recomendación de la Corte de La Haya de mantener en reserva todo lo relativo al litigio.

Junto con la medida, la Cancillería difundió también una nota publicada el 18 de enero pasado en el semanario uruguayo Búsqueda, que indicaba que ese país llevaba gastado más de un millón de dólares en abogados, con lo que querían dejar en claro que en la otra orilla llevan gastado más que el doble.

Los letrados internacionales cobran por hora. El inglés Phillip Sands, principal expositor de la postura argentina en las audiencias del juicio, cobra 500 dólares; el francés Alain Pellet 450 euros, la suiza Laurence Boisson de Chazournes, 300 dólares y al argentino radicado en Ginebra Marcelo Kohen le pagan 300 pesos. Los totales que difundió la Cancillería que lleva pagados son 119.430 euros, 90.000 pesos y 290.898 dólares.

Kohen es profesor en la Universidad de Ginebra; Sands, en la de Londres y tiene como socia a Cherie Booth, la esposa del ex premier inglés Tony Blair; Pellet es ex presidente de la Comisión de Derecho Internacional de la ONU y Boisson de Chazournes dirige el Area de Derecho Internacional de la Universidad de Ginebra.

Argentina tiene cifradas en lo que resuelva La Haya –reclama que Uruguay violó el Estatuto del Río Uruguay– todas las expectativas en el conflicto por las papeleras. Tanto es así que anoche insistían en negar la posibilidad de una reunión entre los presidentes Néstor Kirchner y Tabaré Vázquez durante la Cumbre Iberoamericana que se realizará a partir de pasado mañana en Santiago de Chile. La posición argentina es no firmar ningún acuerdo con Uruguay sobre la puesta en marcha de Botnia y esperar el fallo de la Corte Internacional, que recién podría llegar para fines del año próximo.