Desde Santiago de Chile

Se iban a encontrar en la semana previa a las elecciones y al final decidieron postergarlo. Entonces, la reunión con Michelle Bachelet se convirtió en la primera que mantuvo Cristina Fernández de Kirchner como presidenta electa. Fue ayer en el Palacio de La Moneda, donde las dos presidentas de la región anunciaron su intención de profundizar la relación entre ambos países. Cristina Kirchner dijo que había que adjudicar al destino que su primera reunión internacional fuera justo con una mujer. “Son estas cosas del destino que, pese a que es una reunión multilateral, es el primer encuentro que tengo como presidenta electa con un mandatario extranjero y que sea con una del género, como Michelle, con quien además me une una larga amistad”, contó.

Las dos mujeres se mostraron muy contentas durante el reencuentro. Bachelet recibió a Cristina en la puerta del palacio presidencial con una guardia de honor y luego la condujo, escaleras arriba, hacia su despacho. Bachelet lucía uno de sus acostumbrados trajecitos azules; Cristina Kirchner, un conjunto que, según concluyeron las periodistas chilenas que cubrieron el evento, era color damasco. Se sacaron juntas la foto oficial del encuentro y después se asomaron a saludar hacia el Patio de Armas, donde aguardaba la prensa.

La reunión fue extensa, duró casi una hora. Cristina Kirchner contó luego que recordaron el primer encuentro entre ambas, años atrás en la embajada argentina, cuando ni Bachelet soñaba ser presidenta de Chile ni ella, de los argentinos. Cristina llegó acompañada de la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner –una presencia atípica en estas cumbres–, y de su vocero Miguel Núñez. Junto a Bachelet recibió a los argentinos el vicecanciller Alberto Van Klaveren que se preocupó en puntualizar lo importante que era para su país el vínculo con Argentina. “Tiene una enorme trascendencia”, aseguró. Y puso como prueba el hecho de que Bachelet haya recibido ayer a Cristina y hoy mantenga otro encuentro con Kirchner.

Entre las posibilidades concretas para profundizar la relación bilateral, Cristina Kirchner recordó que falta poco para que se cumplan los 30 años del conflicto por el Canal de Beagle que casi lleva a la guerra a los dos países cuando eran gobernados por dictaduras militares. “Pensamos que va a ser una buena oportunidad para dar gestos muy fuertes entre ambos países y de nuestros lazos de hermandad y de profundizar esta relación bilateral.”

Ayer también, Cristina Kirchner tuvo un contacto informal con el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que aprovechó que compartían el mismo hotel para saludarla en el lobby y felicitarla por su triunfo electoral, algo que ya había hecho pero vía teléfono. Kirchner estaba tomando un café con su comitiva –andaban por allí Alberto Fernández, Jorge Taiana, Alicia Kirchner, Carlos Tomada, Rafael Follonier y el electo intendente de Tigre, Sergio Massa– cuando se acercó Lula. Hubo muchos chistes sobre las elecciones y, como siempre, fútbol, con comentarios sobre la pobre actualidad de Racing y de Corinthias. Lula les comentó que estaba contento porque habían encontrado en Brasil un nuevo yacimiento petrolífero, con posibilidades de explotación off shore. Hubo saludos afectuosos –muchas palmadas en la espalda– y promesas de conversar más en extenso hoy.

Pese a que se suponía que no tendría más contactos, Cristina Kirchner se verá hoy temprano con el rey Juan Carlos, en una reunión concertada ayer. La presidenta electa no se quedará hasta el final de la Cumbre porque quiere volver a Buenos Aires para participar de la ceremonia de confirmación de su hija Florencia.