Tres ex oficiales del ejército pinochetista, Fernando Santiago Polanco Gallardo, Luis Fernández Monje y Héctor Vallejos, fueron condenados a diez años de prisión por el asesinato de Bernardo Lejderman y María Avalos Castañeda en diciembre de 1973, en un paraje cercano a la frontera con Argentina, al norte de Chile. La Corte de Apelaciones de Santiago rechazó los argumentos esgrimidos por el Consejo de Defensa del Estado (CDE) que reclamaba la prescripción del crimen, desoyendo la imprescriptibilidad de los delitos de lesa humanidad. Además, el Consejo solicitaba que Ernesto Lejderman Avalos –hijo de la pareja asesinada frente a él cuando tenía dos años–, comprobara el dolor moral sufrido, pedido también desestimado por la Corte chilena. Lejderman envió una carta a la presidenta Michelle Bachelet en la que agradecía su apoyo por “garantizar la verdad y la justicia”. Por otro lado, el joven lamentó que fuera el Estado, a través del CDE, el que pidiera que se cerrara el expediente.