Para Jorge Palacios, el dengue puede ser un arma del terrorismo. Así lo detalla en su capítulo sobre “Armas no convencionales. La utilización al alcance de grupos terroristas”, en el apartado “agentes biológicos”. Entre un listado que incluye el ántrax, el cólera, el ébola, Palacios menciona también al dengue y al mal de Chagas. “Por las ventajas (...) de los agentes biológicos, podría esperarse su empleo por alguna agrupación terrorista”, alerta. En el último capítulo de su tratado, en el que habla sobre los “nuevos recursos” que pueden usar los terroristas, el comisario retirado se detiene en Internet como “un medio de comunicación que favorece los enlaces informativos y de propaganda de terroristas”. “El líder de una organización terrorista puede transmitir a los militantes elegidos el plan de un ataque terrorista (...) el conteo de una eventual cuenta regresiva cuando el consumador principal tenga en su manos el control remoto de una detonación o se encuentre apuntando a un blanco humano”, imagina el jefe de la Policía Metropolitana en funciones.