La flamante policía porteña concretó ayer su primera detención: un hombre que le había arrebatado el celular a una mujer en el barrio de Saavedra y que fue entregado a agentes de la Comisaría 49 de la Policía Federal. Si bien los gobiernos de la Nación y de la ciudad se mostraron conformes con el desempeño de la Policía Metropolitana, los funcionarios de la administración de Mauricio Macri volvieron a reclamar el traspaso a la nueva fuerza de los agentes y el presupuesto de la Policía Federal.

“Un móvil de la fuerza recorría el barrio de Saavedra cuando, en la esquina de las calles Naón y Paroissien, se les acercó una mujer pidiendo auxilio porque le habían robado el celular”, informó la Metropolitana. Rastrillaron la zona hasta que encontraron al hombre, cuyos datos no proporcionaron, y lo detuvieron. Recuperaron el teléfono y pusieron al flamante preso a disposición de sus colegas de la Federal. También “hubo una intervención importante con el tema tránsito en la zona de Callao y varias denuncias”, informó el ministro de seguridad Guillermo Montenegro.

Florencio Randazzo, ministro del Interior de la Nación, sostuvo que le parecía “muy bien” la implementación de la Metropolitana. “Todo lo que contribuya a mejorar la seguridad, ayuda”, se explayó. Tanto Montenegro como Eugenio Burzaco, jefe de la Metropolitana, insistieron en reclamar el traspaso del área metropolitana de la Policía Federal. En base a “la capacidad del instituto (de la Metropolitana), de formar entre 1500 a 1800 efectivos por año”, Montenegro estimó que “en seis o siete años” contará con una dotación de doce mil policías. “Si no hay traspaso va a llevar una década” la conformación de la policía porteña, calculó Burzaco, quien anticipó que “durante el fin de semana habrá patrullajes hasta las tres de la mañana sobre la avenida Corrientes, hasta Alem, y en la zona de 9 de Julio, donde se han concentrado gran cantidad de pungas”.