El dictador Jorge Rafael Videla presentó una denuncia ante la Justicia contra ex miembros de Montoneros, que en una entrevista periodística dijeron “no hemos enterrado las armas” y las consideraron “una opción para cuando las condiciones lo hagan necesario”. El represor fue autorizado por el Tribunal Oral Federal 1 de Córdoba a abandonar la sala donde se lo juzga junto a otros 30 acusados de crímenes de lesa humanidad cometidos en la última dictadura. El dictador subió al noveno piso, donde dos empleados de la fiscalía federal 3, a cargo de Graciela López de Filoñuk, le tomaron declaración. Videla, en la audiencia del martes, se había considerado un “preso político” y había afirmado que se sentía “intimidado” y “preocupado” por su familia que “no tiene protección”.