La sesión de ayer en la Cámara alta tuvo un episodio inesperado cuando la senadora del PRO Gabriela Michetti se cruzó con su par radical Gerardo Morales, quien la acusó de haber hecho un pacto con el kirchnerismo para permitir que avance la estatización de la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo. “¡De ninguna manera esto se trata de ningún pacto de nada. Le pido a Morales que se rectifique!”, dijo a los gritos Michetti, que alterada por la situación pidió una cuestión de privilegio contra el radical y anunció que le va a iniciar una denuncia por “difamación”.

El entredicho comenzó cuando Morales, jefe del bloque de senadores radicales, pidió la palabra para cuestionar la validez del procedimiento con el que Frente para la Victoria había conseguido el quórum y posteriormente la firma del dictamen que convierte a la Universidad de las Madres en el Instituto Universitario Nacional de Derechos Humanos. El radical pidió la nulidad del trámite legislativo, que se había destrabado el martes luego de dos reuniones de comisión frustradas en semanas anteriores. El senador jujeño denunció “un acuerdo del PRO con el Gobierno para este tema tan delicado”, ya que el quórum se logró luego de la renuncia de Michetti a Derechos y Garantías, una de las comisiones por las que pasó el proyecto. En reemplazo de la legisladora macrista no ingresó a la comisión otro senador del PRO ni tampoco de la oposición, sino uno del oficialismo. “Sorpresivamente –relató Morales–, el 13 de mayo la senadora Michetti del PRO renunció a la Comisión de Derechos y Garantías y permitió el ingreso de la senadora Hilda Aguirre de Soria.” “Mejor hubiera sido que se quedara en la comisión, diera quórum y firmara el dictamen” con el kirchnerismo, remató Morales.

Con la voz a punto de quebrarse, Michetti se manifestó “muy enojada” con el senador y aseguró que era “una barbaridad hacer este tipo de acusaciones”. La legisladora macrista detalló que en marzo había expresado públicamente su intención de no integrar esa comisión y aseguró que, para no dejarlo vacante, ocupó el lugar hasta el 30 de abril, cuando finalmente presentó la renuncia por escrito. La renuncia, dijo la senadora, fue aceptada el 5 de mayo. Michetti afirmó además que buscó a otro senador opositor para que la reemplazara y sin dar nombres dijo que se lo ofreció incluso a miembros de la UCR. “En mi cabeza, una agachada como esa no existe”, remarcó la ex jefa de Gobierno porteño, que además acusó a los radicales de montar “una operación mediática” para ensuciarla.

En la discusión también intervino su compañero de bloque, Diego Santilli, quien increpó a Morales para que respondiera cuántas firmas había logrado el dictamen de estatización de la Universidad de las Madres. “¿Qué tiene que ver la senadora Michetti? ¿Cuántas firmas tuvo el dictamen? Once tuvo y con las nueve del FpV era suficiente”, le espetó, en referencia a los peronistas disidentes que acompañaron.

En un tono más tranquilo, el radical Luis Naidenoff, presidente de esa comisión, le dijo a los macristas que no tienen que “tenerle miedo” a la palabra acuerdo y que deben “hacerse cargo de los momentos en los que se desiste de formar parte de la comisión”. Por último, Morales, lejos de rectificarse, le contestó a Santilli que las firmas de más aparecieron una vez que el oficialismo ya había logrado el quórum y que tenía las nueve firmas propias. “No les gusta pero es así, pasó con el monumento de la ex ESMA, pasa con el monumento a Colón. Esto es una situación real que todo el mundo se da cuenta. Le gustará o no le gustará al PRO”, concluyó el jujeño, recordando los dos casos de iniciativas en las que coincidieron los intereses del macrismo y el Frente para la Victoria.

Con el ánimo un poco menos tenso, el jefe del bloque oficialista, Miguel Pichetto, aclaró que la senadora le había dicho que no quería formar parte de la comisión, pero que ahora la oposición no podía objetar los actos realizados por la nueva composición del cuerpo. “Estamos en condiciones de tratar el tema en el plazo de una semana”, remató.