[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

“Hemos aprendido que la unidad hace la fuerza y que solamente juntos vamos a lograr ser protagonistas en este mundo complejo”, señaló la presidenta Cristina Fernández de Kirchner a los militantes que se agolparon en los patios internos de la Casa Rosada para mostrarle su apoyo. Mientras la escuchaban, se oía “somos de la gloriosa juventud peronista” retumbar en todos los rincones de Balcarce 50.

“Cuando hablo de unidad no hablo de unidad de un partido, hablo de unidad nacional, de los argentinos. Tenemos miles de cosas para discutir y debatir, pero para defender el futuro, para los que quieren hacernos firmar cualquier cosa que no cuenten conmigo”, comenzó Fernández de Kirchner su discurso a los jóvenes que la escuchaban desde el patio. “Cristina, Cristina, Cristina corazón, acá tenés los pibes para la liberación”, gritaban al unísono mientras saltaban con las banderas de La Cámpora, el Movimiento Evita y Kolina.

“No saben cómo los extrañaba”, apuntó la Presidenta, que hacía ya un tiempo que no entablaba el contacto en los patios internos, costumbre que tomó para dirigirse a los militantes kirchneristas. “Me gusta la de Chávez”, los arengó y un grupo empezó a cantar “qué lindo que es Chávez, que lindo que está, será porque se parece, se parece al General”, logrando que la Presidenta bailara y sacudiera el brazo acompasando la canción. Luego retomó el tema de los fondos buitre que domina la escena política. “Nos quieren tumbar porque volvimos a ser un país viable. Porque demostramos que era posible crecer con inclusión y tener, como ocurre hoy, el índice de desarrollo humano más alto de toda la región”, señaló y los aplausos y silbidos de aprobación volvieron a ensordecer.

Acompañaban a la Presidenta en su recorrida por los balcones parte de los funcionarios y la conducción de la agrupación cristinista La Cámpora. Allí estaban los diputados Andrés Larroque, Eduardo “Wado” de Pedro y Juan Cabandié, escuchando a la militancia que también los saludaba.

“Tenemos que ser muy fuertes los argentinos, muy unidos, porque van a intentar dividirnos. No lo van a lograr porque realmente el Mercosur, la Unasur, América del Sur, la Celac, estamos definitivamete unidos, porque hemos aprendido que la unidad hace la fuerza y que solamente juntos vamos a lograr ser protagonistas en este mundo complejo”, apuntó Cristina Fernández mientras la tapaba algún bombo improvisado. Los jóvenes ya habían escuchado sus palabras en la cadena oficial, pero se quedaron en los patios sabiendo que la Presidenta los saludaría y les daría algún mensaje.

“Pese a quien le pese y le guste a quien le guste, Néstor Kirchner cambió la historia”, sostuvo en el Patio de las Palmeras, el único que era al aire libre y al que salió con un abrigo blanco puesto. “Néstor no se murió, Néstor no se murió, Néstor vive en el pueblo, la puta madre que lo parió”, comenzó a subir desde los pisos inferiores, tal como había sucedido cuando leyó el discurso de Kirchner en febrero de 2004 durante la cadena nacional.

El bombardeo israelí en la Franja Gaza ingresó a su discurso al ver una bandera palestina entre la multitud. “Cualquiera sea el dios al que recemos, jamás puede justificarse la destrucción de vidas inocentes”, destacó la Presidenta e hizo un llamado “al cese del fuego y a la paz en este mundo violento”. Luego apeló a pedir a “los compañeros que lleven el mensaje de unidad a cada argentino, porque así vamos a lograr el país que soñaron San Martín, Rosas, Yrigoyen, Belgrano, Perón y estoy segura que también Alfonsín”, terminando el discurso y dando paso a la marcha peronista cantada en los tres patios.