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El presidente Néstor Kirchner descartó ayer una posible intervención federal a San Luis como solución a la crisis provincial. “Cada provincia debe solucionar institucionalmente los problemas que puedan tener. Siempre las provincias tienen distintos problemas, es natural”, respondió ayer el Presidente en Mendoza, donde estuvo de visita.
En algún momento se especuló con una intervención a San Luis, pero de carácter parcial sólo al Poder Judicial, cuestión de ayudar a poner orden en una provincia con desprolijidades notorias como, por ejemplo, la de tener dos intendentes electos en la capital. Pero ayer el Presidente desechó esa alternativa tanto como la de la intervención total.
Con todo, lo mismo sostuvo el Gobierno durante unos meses respecto de Santiago del Estero –incluso también se rumoreó sobre la alternativa de una medida parcial– y, finalmente, terminó firmando la intervención a los tres poderes. Ayer, Kirchner distinguió la situación de las dos provincias. “Era diferente”, dijo cuando le preguntaron sobre Santiago. En la Rosada recordaban que la situación en Santiago se había iniciado a partir de dos crímenes, nada que ver con lo que sucede en San Luis.