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El jueves por la noche, en una sesión especial, el directorio del Banco Central aprobó una medida que generará revuelo en el gobierno del presidente Duhalde: un aumento generalizado de sueldos del 13 por ciento, incluyendo no sólo a los empleados de planta del organismo sino también a los propios directores de la entidad. La decisión se aplicaría con carácter retroactivo al 1º de mayo y consta en las actas de directorio del organismo, que deberán ser refrendadas entre el lunes y el martes.
Desde que el ex ministro José Luis Machinea recortó en un 13 por ciento los salarios de los empleados públicos de la administración nacional, allá por junio de 2000, la comisión gremial del Banco Central viene haciendo presentaciones judiciales y gestiones ante el directorio para compensar a los empleados de planta del organismo el guadañazo. El motivo es que aquel recorte no afectó a los empleados del Banco Nación, por considerarse un organismo autárquico, y por lo tanto su colegas del Central se sintieron discriminados.
Una y otra vez, los reclamos chocaron con la intransigencia del directorio. En la era Blejer, el argumento más usual para rechazar el aumento fue que en medio de la malaria generalizada y las presiones del FMI por profundizar el ajuste, podría ser tomado como una provocación por el resto de las reparticiones oficiales. Sin embargo, ante esa situación, la comisión gremial siempre contestó que la restitución debía incluir a los empleados de planta y excluir al directorio, como un gesto de austeridad hacia el resto de la sociedad.
La recomposición salarial que se decidió el jueves, no obstante, no hace excepciones. Más aún, para tratar de eludir el bochorno, los directores del Central discutieron la redacción del artículo de la resolución que los favorece. Así, cuando la norma se refiere al directorio se invierten los términos: el artículo habla de “continuar con la reducción” salarial, pero en realidad se compara con los 18.000 pesos que ganaban sus integrantes hace dos años. Así, se menciona que el recorte desde entonces ha sido de un 47 por ciento en los haberes. Pero claro, la trampa está en que antes del “salariazo” la poda era del 60 por ciento. En concreto, de manera retroactiva al 1º de mayo, un director del Banco Central verá incrementado su salario de 8500 pesos en un 13 por ciento.