EL PAíS
Azules disconformes
M. P.
Desde Las Heras, Santa Cruz
“La policía de Chubut gana el doble que nosotros.” “Tenemos que comprarnos nuestros propios uniformes.” “Yo estoy pensando dejar.” En la comisaría baleada en la madrugada del lunes se escuchan comentarios que destilan indignación. Los policías que conocían a Jorge Sayago están enojados con la administración provincial. “Con el ascenso no alcanza”, se queja un efectivo de rango bajo. Se refiere al ascenso generalizado que decidió el gobernador Sergio Acevedo para los 41 policías que actuaron en la refriega callejera con los petroleros, desocupados y vecinos. En el medio de ese ascenso –se pasó a cada agente al grado siguiente–, Sayago recibió un homenaje póstumo: lo nombraron comisario. La decisión refleja una relación tensa, que viene de hace años, entre la policía provincial y el poder político. Incluso, a finales del año pasado, la policía se autoacuarteló en reclamo de mejoras salariales. La Gendarmería patrulló las calles por unos días. “¿Qué piensan de Kirchner?”, preguntó Página/12 a un azul que no quiso dar su nombre. “No quiere a la policía”, fue la respuesta. En Las Heras hay una proporción extraña entre efectivos y habitantes: hay 40 policías para una población de 14 mil habitantes. El escaso número, sin embargo, no los hace indiscutidos ante sus vecinos. Mientras algunos comerciantes entienden sus padecimientos, otros habitantes de Las Heras se quejan por los malos tratos y la corrupción policial.