El presidente Tabaré Vázquez dispuso llevar al Mercosur una queja contra Argentina por los cortes de los puentes internacionales, a los que considera como un bloqueo económico a la economía uruguaya. La Cancillería oriental lo notificó ayer a Buenos Aires, en una carta dirigida al ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Taiana, en la que sostuvo que las protestas contra la instalación de las plantas de celulosa constituyen una “contravención de la normativa del Mercosur y de las disposiciones y principios del Derecho Internacional”.

La administración de Tabaré solicitará así “el inicio de negociaciones directas” para levantar los piquetes. Como parte de esta ofensiva, Uruguay envió además en misión oficial a Washington a la canciller en funciones, Belela Herrera, para una audiencia con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza. El propósito es buscar el apoyo en el planteo contra los cortes de los ambientalistas. Insulza ya anticipó ayer una postura sobre el tema, al considerar “una locura” que en el Mercosur no funcione una instancia de resolución de divergencias como la que enfrentan las administraciones de Vázquez y Kirchner.

Por otra parte, hubo anuncios vinculados a la vigilancia de la frontera, que el Ministerio del Interior uruguayo dijo que aumentará. En Gualeguaychú el corte del puente a Fray Bentos cumple 20 días ininterrumpidos, mientras que en Colón –que conecta con Paysandú– lleva ocho jornadas.

Con el diálogo entre los dos países cortado, el conflicto fue analizado ayer en Montevideo por obispos de las dos márgenes del río. Jorge Lozano, el obispo designado de Gualeguaychú, y el presidente de la Conferencia Episcopal de Uruguay, Pedro Galimberti, encabezaron la conversación en la que también participaron los prelados de Mercedes, Carlos Collazi, y de Salto, Heriberto Bodeant Fernández.

Según fuentes de la Iglesia, los religiosos analizaron estrategias para “acompañar a la gente”, aunque no se habló de una mediación oficial de la Iglesia. Días atrás, Lozano había considerado “una causa justa y noble” el reclamo de los vecinos de Gualeguaychú que se oponen a la instalación de las plantas de celulosa y los llamó a “acercar voluntades para buscar alternativas razonables”.