Con la presencia de casi todo el gabinete, Alicia Kirchner juró “por Dios y por la Patria, y sobre los Santos Evangelios” por un nuevo período en Desarrollo Social, cargo que asumió por primera vez en 2003 y “cedió” por ocho meses a su incondicional Juan Carlos Nadalich. Durante el interregno de diciembre hasta ayer, Alicia ocupó una banca en el Senado. Pero su regreso a la cartera social era un secreto a voces desde hace meses. “Fue elegida por el pueblo de Santa Cruz para representarlo, pero es parte de un gobierno que en este momento la necesita para terminar esta gestión”, explicó el jefe de Gabinete, Alberto Fernández. En brevísimas declaraciones de forma, la ministra y senadora con licencia explicó su plan de ruta. “Voy a trabajar como siempre, ya que formo parte de un proyecto que tiene como objetivo darle mejor calidad de vida a los argentinos.” El que rompió el molde fue Nadalich, al asegurar que “no se siente un fusible”. Pareció una obviedad: nadie consideraría de esa manera a alguien que quedó en el área, ahora como número dos de Alicia.