Pedro Guastavino y Daniel Irigoyen, el vicegobernador de Entre Ríos y el intendente de Gualeguaychú respectivamente, presentaron ayer una propuesta que apunta a relocalizar la pastera con la ayuda del gobierno nacional que, en realidad, es el autor original de la iniciativa que surgió como versión allá por los albores del conflicto. La idea, según reza el texto, “es encontrar junto a los gobiernos de Uruguay y Argentina una inserción productiva o de servicios que pueda instalarse en la construcción inconclusa de Botnia, actividad que debe entenderse como una compensación económica y laboral al pueblo fraybentino”. La iniciativa fue llevada el domingo pasado a los asambleístas, quienes la trataron ayer por la noche, con el único objetivo de “desmenuzarla”. Mientras tanto, surgen rumores de que Concordia podría sumarse al corte, que se convertiría en bloqueo si se mantiene la protesta en Colón.

El proyecto de los dirigentes entrerrianos aboga por “una masiva adhesión de todos los actores sociales, institucionales y políticos de nuestro país y del hermano pueblo uruguayo que, categóricamente, demuestre la inclaudicable decisión de encontrar una salida digna como pueblos y países soberanos” al conflicto por la instalación de las pasteras. Para ello, la propuesta debe tener al gobierno uruguayo como “un claro aliado en este reencuentro estratégico” y el apoyo del Mercosur en pos “de la concreción de este anhelo superador de diferencias circunstanciales”. Guastavino e Irigoyen reservaron un “papel preponderante para la empresa Botnia y el gobierno finlandés, a quienes reclamaron madurez para “comprender que del acierto o el desacierto de sus conductas pueden depender muchas cosas”.

Mientras tanto, en Gualeguaychú “no hay una sola propuesta para levantar el corte”, afirmó uno de los coordinadores de la Asamblea, José Pouler. En diálogo con Página/12, el asambleísta se mostró conforme con las repercusiones de la medida que ya lleva dos semanas: “El Presidente salió a responderle a Tabaré (Vázquez), detrás suyo hablaron Aníbal Fernández, Felipe Solá y la Cancillería”, enumeró. “Hemos logrado posicionarnos mejor”, fue la reflexión de Pouler, quien consultado sobre un cese de la medida pedido por Vázquez como condición para negociar, recordó: “Estuvimos cinco meses sin corte de ruta y él no hizo nada, queremos algo concreto”. Para Pouler, la idea lanzada por Guastavino e Irigoyen esconde alguna gestión gubernamental previa. “Algo deben tener cocinado –comentó– porque de resolverse el conflicto por vía diplomática el Gobierno se quedaría con el rédito. Igual, lo que más nos importa es que esto se resuelva.” Aunque desde que comenzó el corte la Asamblea de Gualeguaychú mantuvo reuniones resolutivas a diario, ahora se volverá al cronograma anterior de asambleas, que cesionarán sólo los martes y viernes a las 21 y los domingos a las 19. La decisión se debe, reconocieron, a que “hay pocas novedades”.

“No estamos a favor de la relocalización: no queremos que las papeleras estén en la cuenca”, afirmó Poli Echevarría desde Colón, mientras discutía con sus compañeros qué hacer ante las amenazas del dueño de una estación de servicio cercana al corte. “Dice que va a juntar cien personas y nos van a quemar las carpas”, comentó la asambleísta, al tiempo que recordó que en abril pasado varios comerciantes los desalojaron, incendiando las barricadas que interrumpían el puente. Ante las versiones de un posible corte en Concordia donde, según se comentó, el tema se trataría hoy a las 18, la Asamblea 135 de Colón resolvió supeditar a esta decisión cualquier extensión en sus medidas. Por el momento, este corte continuará hasta el próximo jueves. Ese día los asambleístas estudiarán el resultado de la medida instrumentada y resolverán en consecuencia. De esta decisión depende que se repita el bloqueo terrestre, que tanto enfureció a los uruguayos en febrero pasado.

Informe: Emilio Ruchansky.