Los datos extraoficiales eran tan contundentes que a primera hora de la tarde ya estaban en Catamarca –para festejar el triunfo– los gobernadores radicales que adhieren a la “concertación plural” con el gobierno nacional: el mendocino Julio Cobos, el santiagueño Gerardo Zamora y el rionegrino Miguel Sainz. Pero el presidente del Comité Nacional de la UCR, Gerardo Morales, que se encolumna tras la candidatura del ex ministro de Economía Roberto Lavagna se había adelantado y hasta almorzó en San Fernando del Valle con un grupo de correligionarios. Ninguno quería perderse la foto junto al triunfante Eduardo Brizuela del Moral, ni mucho menos ceder el espacio victorioso a sus contrincantes en la interna radical. En mesas separadas, pero en el mismo hotel, ambos hacían sus declaraciones. Morales afirmaba que el radicalismo no irá aliado al Gobierno y que tendrán “candidatos propios”. Los gobernadores adelantaban que no irán a la próxima reunión nacional de la UCR y reclamaron “libertad de acción” para sus distritos.