La oficina y la casa de Manuel Poggi –funcionario municipal de General Rodríguez, sospechado por los investigadores de alquilar un galpón en el que había droga transportada por mexicanos– fueron allanadas por la Bonaerense, que allí encontró la copia del contrato de alquiler de ese predio y registros de una empresa supuestamente formada por ciudadanos de ese país, entre otros varios documentos. Luego de que el juez Federico Faggionatto pidiera su detención, Poggi, que aunque se encuentra bajo licencia es director de Desarrollo Industrial de ese municipio, continúa prófugo.

Los allanamientos fueron realizados entre la noche del sábado y la madrugada de ayer en la sede de la Municipalidad de General Rodríguez, un edificio lindero y una casa ubicada en esa localidad bonaerense, lugares donde trabajaba y residía Poggi. El funcionario cuenta con un pedido de detención ordenado por el juez federal de Zárate-Campana, Federico Faggionatto, el mismo que investiga la producción de drogas sintéticas en una casaquinta de Ingeniero Maschwitz.

Según fuentes de la investigación, en la documentación incautada figuran los registros de una empresa con “un nombre de fantasía mexicano”. En su oficina particular Poggi realizaba trámites de radicación de industrias de la zona. Además se encontró una copia del contrato de alquiler de un galpón ubicado en Bernardo de Irigoyen al 300, de General Rodríguez, cuyo dueño dijo que al lugar concurrían mexicanos.

En ese predio, el viernes pasado la Bonaerense encontró cinco tanques que tenían residuos de metanfetamina, sustancia que se fabrica con efedrina, por lo que Faggionato ordenó la detención de Poggi.

Asimismo, más allá de que la causa de Maschwitz es independiente de la del triple crimen de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina –y de que el juez no se arriesgue por completo a vincularlas–, en los últimos días se sumaron pistas que invitan a establecer puentes entre ambas. Es que los cuerpos de las víctimas fueron encontrados en esa misma localidad bonaerense, la última vez que el celular de Ferrón se activó fue en una celda de esa zona y, además, un mexicano prófugo en la causa de Faggionatto tendría agendado en su teléfono el número de Forza.