Ayer se cumplió otra jornada de lecturas en el juicio por la muerte de 194 personas en el boliche República Cromañón. La lectura del testimonio de un perito determinó que la noche de la masacre de Cromañón la puerta de emergencia estaba cerrada con alambre y un candado, y bloqueada con cuatro pasadores. Fue “una trampa mortal” que provocó una salida “muy dificultosa”, según consta en la declaración testimonial. También, se leyó la declaración de la ex funcionaria porteña Fabiana Fiszbin. La ex funcionaria acusó al ombudsman adjunto de la ciudad de Buenos Aires Atilio Alimena de “ocultarle” información sobre los boliches que tenían el certificado de bomberos vencido. Mañana se reanudará el debate.

El estudio había sido realizado por peritos arquitectos de la UBA. Uno de los datos clave aportados en su informe de aquel momento señaló que si al local hubieran entrado sólo las 1031 personas que permitía la habilitación y todas las puertas hubieran estado abiertas, los asistentes hubieran podido escapar en 2,5 minutos. Pero “había puertas que decían ‘salida’ e iban a puertas cerradas, lo cual las transformó en una trampa mortal en medio del pánico y la desesperación de los presentes en el local”, remarcó el informe.

Sobre las puertas, el trabajo destacó que “su apertura hacia adentro tornó la salida muy dificultosa”, y que las seis salidas del hall “tenían pasadores y signos de haber sido forzadas”. “La puerta de emergencia estaba cerrada con candado, alambre y cerrojo”, señaló el peritaje y agregó que “nada hubiera pasado con las seis puertas abiertas” que daban al salón, ya que en total sumaban 7,56 de ancho. “No fue un incendio, fue una masacre, una cámara de gas”, gritó una madre en la puerta de la sala de audiencias, en un cuarto intermedio.

El Estudio Pericial de Arquitectura, incorporado a la causa por el juez Marcelo Lucini en agosto de 2005 analizó el complejo que integraban Cromañón, el hotel Central Park, una confitería, unas canchas de fútbol y otros tres locales.

El Tribunal también incorporó por lectura el testimonio de la ex subsecretaria de Control Comunal Fiszbin. “Tengo la certeza de que Alimena me ocultó información porque recibía mensualmente un informe de la Superintendencia de Bomberos sobre los boliches clase C y nunca me la mandaba. A Alimena le interesa beneficiarse políticamente y estaba ligado al macrismo”, acusó. Agregó que el defensor adjunto, que continúa en su cargo, “tenía relación con empresas que asesoraban a los locales”.

En mayo de 2004, Alimena difundió en la prensa un informe en el que alertaba que la mayoría de los locales bailables de la Capital Federal tenían el certificado de bomberos vencido y a partir de allí, se enviaron intimaciones.