Un albañil, en el juicio por haber matado a balazos a su ex mujer, sostuvo que la asesinó “porque la amaba”. El 23 de noviembre de 2007, Mario Ferrari irrumpió con una carabina en el local nocturno donde trabajaba Alicia Uroz quien, habiendo sido su pareja, había puesto fin al vínculo. Ferrari ya la había amenazado de muerte por ese motivo y, esta vez, la mató a balazos. “Yo estaba muy enamorado de Alicia, por eso hice lo que hice”, sostuvo, además de pedir “disculpas a Dios y a los familiares”. El fiscal Alejandro Cabrera pidió una pena de 16 años de prisión.