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Desde ayer, la ciudad de Buenos Aires tiene un nuevo transporte público, al menos en los papeles. La Legislatura porteña aprobó, por unanimidad, la ley por la cual se implementa el “sistema de tránsito rápido, diferenciado y en red para el transporte público masivo por automotor de pasajeros”, conocido mundialmente como BRT (Bus Rapid Transit). La idea es mejorar el traslado de gran cantidad de pasajeros dado que, en la actualidad, el sistema público de transporte se encuentra prácticamente colapsado. La implementación del sistema se llevará a cabo en etapas progresivas. Primero, se realizará un plan piloto sobre la avenida Juan B. Justo (desde General Paz hasta el Río de la Plata) y luego se trasladará la iniciativa a otras avenidas y autopistas porteñas importantes. La aplicación de la nueva ley contempla además la creación de la “intermodalidad” del transporte público, es decir, de una tarjeta (u otra forma de intercambio) que sirva para viajar en distintos medios de transporte.

“El metrobús es, básicamente, la unión por medio de un fuelle de dos o tres colectivos, que transita en avenidas por carriles exclusivos y que tiene estaciones como las del subte para el acceso de los pasajeros”, explicó después de la sanción de la ley Daniel Amoroso (PRO), presidente de la Comisión de Tránsito de la Legislatura porteña. La ley votada es el resultado de la unificación de los proyectos de Amoroso, Diego Santilli, también del PRO, y de Sergio Abrevaya, de la Coalición Cívica. “El nuevo sistema permitirá acortar los tiempos de viaje de la gente, tanto para ir a trabajar como para regresar a sus casas”, destacó Amoroso. “Es una medida que si está bien implementada, podrá resolver el caos de tránsito de la ciudad de Buenos Aires”, se entusiasmó Abrevaya, conforme con la sanción, pero preocupado por la implementación.

El sistema estará conformado por una red de vías troncales que cruzará toda la ciudad y de vías alimentadoras intermedias que faciliten la comunicación con otros medios de transporte, como colectivos y subtes. En tal sentido, la traza de la red troncal, según Amoroso, “irá por carriles exclusivos o preferenciales en el centro de la calzada o adyacentes al cordón derecho o izquierdo de algunas de las avenidas y, por carriles exclusivos, en las autopistas”. Asimismo, el proyecto prevé que sobre la traza por donde transitarán los metrobuses se ubiquen las terminales propias del sistema, junto con las terminales de transferencia e integración con otros transportes públicos, las estaciones de trasbordo entre las distintas vías de la red y las paradas intermedias y troncales para que los pasajeros asciendan y desciendan de los “supercolectivos”.

Como primera etapa de implementación del Metrobús de Buenos Aires (MBA), se creará un corredor modelo que, como argumenta Abrevaya, “tiene como objetivo generar una valiosa experiencia para las acciones de ejecución, gestión y regulación del futuro sistema. Es extremadamente importante que se gestione de manera correcta, puesto que si hay equivocaciones puede ser muy peligroso. De hecho, en Santiago de Chile a Michelle Bachelet casi la pisa un metrobús, porque no estaba del todo bien articulado el sistema de transporte”. El plan piloto se implementará, en principio, sobre la avenida Juan B. Justo, desde el barrio porteño de Liniers hasta Avenida del Libertador, en Palermo. Para Amoroso, “se va a realizar primero en Juan B. Justo porque esa avenida reúne una serie de características que son importantes para el buen funcionamiento del sistema: posee tres carriles (en vez de dos), cruza transversalmente toda la ciudad y permite el fácil acceso a las líneas de subte, ya que atraviesa las avenidas y calles más importantes”. Por su parte, Abrevaya explicó que “la importancia de empezar por esa avenida es que no posee mucho tránsito y, ante cualquier inconveniente, se puede despejar la zona con rapidez”.

La ley establece que las obras de construcción de las vías de transporte y de las estaciones comiencen en lo inmediato. De hecho, desde el Ejecutivo porteño ya se están abriendo los pliegos para licitar la construcción de toda la infraestructura necesaria para el funcionamiento del sistema. La inversión en los metrobuses estará a cargo de las propias empresas que se quedarán con la administración del novedoso transporte. Tendrán prioridad las líneas 166 y 62, que transitan por la avenida Juan B. Justo.