La Legislatura aprobó ayer por 44 votos –cuatro más de los que necesitaba– la reelección de Alicia Pierini al frente de la Defensoría del Pueblo de la ciudad. Tal como adelantó ayer Página/12, la designación formó parte de un acuerdo entre las fuerzas mayoritarias que incluyó el nombramiento, como adjuntos, de Graciela Muñiz (candidata del ibarrismo) y Atilio Alimena (apoyado por el PRO), también reelectos, y José Palmiotti (también del PRO), Andrés Elisseche (propuesto por el kirchnerismo) y Gerardo Gómez Coronado (impulsado por la Coalición Cívica). En la misma sesión se aprobó el nombramiento de Lisandro Ferrali –un hombre vinculado al telermanismo– al frente del Ente Regulador de los Servicios Públicos y cuatro directores para ese organismo, nueve representantes para el Consejo del Plan Urbano Ambiental y cuatro para el Consejo de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes.

Lo que parecía ser una sesión tranquila, con una votación rápida –las listas para los cargos ya habían sido cerradas hace rato–, derivó en un debate acerca de los procedimientos para la designación, cuestionado por las minorías. La discusión se centró entonces en si es legítima la negociación entre bloques de los cargos disponibles para cada fuerza, de acuerdo con su representación (o a su capacidad de negociación) o si debía tenerse en cuenta el mérito de cada aspirante. Lo cierto es que si bien los nombres de los 21 candidatos a la Defensoría fueron publicados en septiembre, nadie sabía hasta ayer, salvo por trascendidos, quiénes serían los seis elegidos.

El consenso logró, a la hora de la verdad, 44 votos a favor, seis abstenciones y un voto en contra. En el acuerdo coincidieron el PRO, el kirchnerismo, el ibarrismo, la Coalición Cívica y el bloque telermanista. No lo respaldaron Martín Hourest y Liliana Parada (Igualdad Social), Patricia Walsh (Nueva Izquierda), Gabriela Cerruti (Nueva Democracia), Verónica Gómez y Julián D’Angelo (socialistas) y Gerardo Romagnoli (AyL).

“La designación se hace de espaldas al conocimiento de la mayoría de la ciudad, producto de una negociación a puertas cerradas, un procedimiento de toma y daca que nos parece reprochable”, objetó Patricia Walsh, quien pese a rechazar el acuerdo, apoyó la candidatura de Graciela Muñiz, tras destacar su trabajo en la denuncia contra el titular del Comité Olímpico Argentino, Julio Casanello, por su pasado como funcionario de la última dictadura militar.

“No se merecen los candidatos el tratamiento a que nos obligan a someterlos”, se disculpó Martín Hourest, al sumarse al cuestionamiento del procedimiento. “El acuerdo debe ser transparente”, recomendó.

Más dura, Cerruti dijo que “esto no es deliberación y consenso sino reparto de cargos políticos entre fuerzas políticas”, para rematar sosteniendo que “estamos participando de una farsa”.

Los promotores del acuerdo salieron a responder, y el primero fue Diego Kravetz, titular del bloque K, quien rechazó que la elección se haga “en función de una meritocracia en lugar de un acuerdo de las fuerzas políticas: la medalla de oro no garantiza idoneidad”, dijo.

Desde el PRO, la defensa más enfática del acuerdo estuvo en la voz de Diego Santilli, quien bajó de su sillón de presidente y, desde su banca, dijo: “Podíamos habernos juntado con el kirchnerismo para conseguir los 40 votos necesarios, pero no nos quedamos con eso y logramos un consenso de 52 votos”, dijo, en una hipotética suma de integrantes de los bloques que se sumaron al acuerdo. No se llegó a ese número porque hubo ocho ausentes

Llamó la atención que nadie de la Coalición Cívica hablara en la sesión, y desde el ibarrismo, el presidente del bloque, Eduardo Epszteyn, se limitó a defender a su candidata, Graciela Muñiz, y a polemizar con los socialistas. Raúl Puy, integrante de esa bancada, se abstuvo de votar a defensora adjunta reelecta, que es su esposa.

Después de dos horas y media de debate, en un recinto colmado por familiares y allegados de las 24 personas que ayer fueron designadas, se votaron los cargos, por separado. Primero se aprobó la designación de los nueve representantes para el Consejo del Plan Urbano Ambiental. Luego fueron votados cuatro representantes ante el Consejo de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes: fueron electos José Machaín y Perla Prigoshin, propuestos por el Frente para la Victoria; Florencia Elgorreaga, apoyada por Diálogo por Buenos Aires, y Ana Logiúdice (Encuentro Progresista).

Siguió el turno de Lisandro Ferrari, quien recibió dos votos más que el resto (46) en apoyo a su designación al frente del Ente Regulador, por el voto de los socialistas. Lo acompañarán, como directores Miguel Rozenberg, del PRO; Eduardo Amado, por el Frente para la Victoria; Claudia García, de la Coalición Cívica, y Paola Michielotto, de la Unión de Consumidores de la Argentina.

La votación final fue para la reelección de Pierini, coronada por un largo aplauso. Palmiotti, puntero de La Boca y empresario turístico, recibió un voto menos que el resto: el kirchnerista Juan Cabandié votó en contra del candidato, cuestionado por organizaciones de su barrio.