Domingo, 20 de septiembre de 2009 | Hoy
SOCIEDAD › DEBATE EN ESPAÑA POR LOS ANUNCIOS DE OFERTAS SEXUALES EN LOS DIARIOS
En España, casi todos los periódicos publican clasificados de prostitución. Ahora entraron en polémica. Las críticas se centran en que favorecen la trata. Y en que los medios tienen un doble discurso. Hubo cartas de lectores y hasta pronunciamientos del gobierno.
Por Mariana Carbajal
“Chicas chinas. 18 años. Muy dulces. También a domicilio y hotel.” “Elena, ucraniana, recién salida del colegio. Ya sabe hacer todo (Visa, Mastercard, American Express).” La publicación de avisos de este tipo en la mayoría de los diarios españoles es el centro de un fuerte debate en la península. Mientras reflejan el grave problema de la trata de mujeres para explotación sexual en sus páginas de noticias, embolsan más de 40 millones de euros al año por los clasificados de prostitución, según calculó una comisión parlamentaria. Hubo lectores, incluso, que anunciaron que dejaban de comprarlos en señal de repudio. Como la reconocida filósofa y teórica feminista española Ana de Miguel, lectora de El País desde hacía 30 años, que dio a conocer su posición en una carta que no llegó a publicar el periódico, pero que se difundió en los últimos días a través de Internet (ver aparte). En una entrevista de Página/12, De Miguel fundamentó su decisión: “Ha sido un proceso de años. Llegó un momento en que no podía más con la contradicción. En la portada del periódico se anuncian reportajes durísimos contra la prostitución, insisto, durísimos, y luego en las páginas de dentro se hace publicidad de unos 70 burdeles. Creo que cuando haces algo mal teniendo una conciencia tan clara de que lo que haces está mal, se entra en el camino de la perversión moral... Ahí no quiero estar. El diario forma parte de la red de prostitución y yo he querido salirme de esa red. Y también sacar a mis hijos de ella”, contó a este diario.
La polémica se reavivó en los últimos días después de que El País, que factura 15.000 euros al día por ese tipo de anuncios (unos cinco millones de euros al año), puso en su tapa fotografías que mostraban a mujeres en situación de prostitución que practicaban sexo oral a sus clientes en la vía pública, a la vista de cualquier transeúnte, en el famoso Mercado de La Boqueria de Barcelona. Lectoras y lectores de El País enviaron un aluvión de cartas, en las que expresaron su indignación por la hipocresía de ese doble juego de desnudar por un lado la trama de esclavitud que rodea a muchas mujeres que ejercen la prostitución y ser, de alguna forma, soporte de ese negocio al promocionarlo con los avisos de contactos. La Defensora del Lector de El País, Milagros Pérez Oliva, acusó recibo, avaló los reclamos y se pronunció por la eliminación de los anuncios, aunque no exista más que una recomendación del gobierno –y no una resolución– en ese sentido. “Mejor dar ejemplo, como hemos hecho otras veces, que actuar obligados. El artículo 1.29 del Libro de Estilo nos proporciona una buena analogía: ‘La línea editorial del periódico es contraria al fomento del boxeo, y por ello renuncia a recoger noticias que contribuyan a su difusión’. Si esto forma parte de nuestros principios, con mucha más razón debería figurar el de no contribuir con anuncios de contactos a una actividad que, además de denigrar a las mujeres, las convierte en esclavas”, escribió Pérez Oliva en el propio El País.
Con excepción de cuatro diarios –entre ellos El Público y 20 Minutos–, el resto de los periódicos en España publica anuncios de contactos sexuales. En 2007 el Congreso instó a los diarios a eliminar este tipo de ingreso publicitario. De acuerdo con un informe sobre el tema que realizó El Público, sus competidores El País y El Mundo incluyen diariamente unos setecientos de esos avisos; ABC, unos 225, y La Razón, poco menos de cien. El caso español es único en Europa, donde los anuncios de contactos sexuales están relegados en general a la prensa sensacionalista. En España es una práctica generalizada. Diarios como el Frankfurter Allgemaine, Le Monde, Daily Telegraph o The Guardian no los publican. The International Herald Tribune tomó la decisión de eliminarlos en 2003 al considerar que era incoherente con su línea editorial mantenerlos, recordó la Defensora del Lector de El País, en una columna donde abordó especialmente el tema.
Según el informe Los amos de la prostitución en España, del periodista Joan Cantarero, en total, el negocio de la prostitución mueve en España 18.000 millones de euros anuales, teniendo en cuenta sólo el pago de dinero a cambio de prestaciones sexuales. La ministra de Igualdad del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, Bibiana Aído, dijo esta semana en el Congreso que le parecen una “vergüenza” los anuncios de contactos y señaló que el 90 por ciento de las personas que ejercen la prostitución en España son extranjeras y “de ellas un porcentaje muy significativo son víctimas de trata”.
A comienzos de este año, el gobierno puso en marcha un Plan Integral contra la Trata, que además de definir a las prostitutas como “víctimas”, instaba a los diarios a que, mediante la autorregulación, eliminasen cualquier relación empresarial con la prostitución. Pero los diarios hicieron oídos sordos a la recomendación.
“Cada diario es una empresa privada y tiene derecho a su línea editorial. Yo era lectora de El País porque me parecía el mejor y sintonizaba con muchos de sus columnistas, etc. Pero su abordaje del tema desde tanta hipocresía me parece ya intolerable. Pero mucho peor me parece el caso de otro diario, El Mundo, en que el propio director afirma que piensa seguir forrándose con los anuncios. ¿Tendríamos que decir con Wilde que la hipocresía es el homenaje que la virtud rinde al vicio? Pienso que no, ni lo uno ni lo otro. Hay un diario relativamente nuevo, El Público, que se niega a publicar anuncios de prostitución. Muchas nos hemos decidido a apoyarlo y a comprarlo. Cada persona y cada empresa responden de sus actos”, señaló De Miguel a Página/12.
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