La salida de Paulo Starc, “el segundo” del ministro de Seguridad bonaerense Carlos Stornelli, se concretó anoche. Fuentes del ministerio atribuyeron el despido del ahora ex subsecretario de Investigaciones Complejas al papelón del caso Pomar. Sin embargo, otros informantes hablaron de una suma de desacuerdos entre él y Stornelli que tensaron la relación de amistad de estos dos fiscales. Estos temas involucran a la mafia de los desarmaderos, el secuestro de Leonardo Vergara y hasta la relación amorosa de Starc con la abogada María Eugenia Talerico, quien pertenece a la agrupación de abogados Será Justicia. Esa asociación pretende sacarle el título de abogado a Aníbal Fernández por sus dichos sobre la jueza María José Sarmiento, quien frenó el despido del ex presidente del Banco Central Martín Redrado y el uso de las reservas.

“Es un fiscal que quiere jugar a ser policía, se mete en las internas policiales y en todos los operativos, hace preguntas tontas y eso molesta”, dijo a Página/12 un informante de la Policía Bonaerense.

Según esta fuente, cuando ocurrió el secuestro del empresario Vergara, en diciembre de 2008, Starc ocultó información a la fiscalía y en el caso Pomar, agregó, “se mandó a hablar y quiso manejar el operativo, sin que nadie se lo pidiera”. Pero lo que lo habría alejado aún más de Stornelli fue el cambio que el ministro implementó en la Planta Verificadora de Automotores de la provincia. “Stornelli cortó el chorro, cambió de autoridades, pero el área dependía de Starc”, dijo el informante de la Bonaerense. Después apareció la seguidilla en Lanús de mujeres asesinadas dentro de sus autos, sin que se los robasen, sin que ellas ofrecieran resistencia. Stornelli denunciaría luego que se trató de un mensaje mafioso para intentar desbancarlo.

“En medio de todo esto, hubo un hecho el mes pasado que resultó muy curioso. La policía capturó a un menor que había robado un auto. Luego aparecieron los abogados del joven, abogados caros que andan en autos caros, y como la víctima reconoció al menor, se lo llevaron a un instituto. En el camino, la custodia se cruza con una camioneta con hombres armados que liberan al menor y se lo llevan, pero justo por la zona andaba una brigada antidrogas y logró detenerlos: entre las cosas que les encontraron había papeles de la Planta Verificadora. Eran de esta mafia que presiona a Stornelli”, relató el informante.

En el entorno de Starc dicen que lo echaron principalmente por su mala relación con la Policía Bonaerense. También aseguran que su mujer no tuvo nada que ver con la iniciativa de la agrupación Será Justicia que solicitó al Colegio de Abogados porteños que a Fernández le retiraran el tratamiento de “doctor”, o sea, le suspendan la matrícula. “Ella estaba de viaje cuando se firmó ese pedido de Será Justicia, no tuvo nada que ver”, juró una fuente cercana a Starc.

Sin embargo, María Eugenia Talerico estuvo del otro lado del mostrador en una causa muy nombrada por el gobierno nacional para desacreditar a la polémica Policía Metropolitana de Mauricio Macri. Ella es socia de Diego Richards, abogado del ex jefe de Metropolitana, Jorge “Fino” Palacios, en la causa que investiga las escuchas ilegales a teléfonos a personas de diversos sectores sociales y políticos.

Por estos motivos, ayer circuló la versión de que el jefe de Gabinete de la Nación había pedido la renuncia de Starc. En diálogo con Página/12, Aníbal Fernández lo desmintió: “No solo no pedí la renuncia de Starc, sino que en mi vida pedí a un funcionario que eche a otro. No tengo nada que ver con los debates internos que puedan tener en el Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires”.

Cerca de Starc, anoche aseguraban que su despido apuntó a la mala relación entre él y la Policía Bonaerense. Según esa versión, el ahora ex funcionario tenía una postura mucho más dura con la Bonaerense que la de su jefe directo, Stornelli.

Starc adelantó anoche que, pese a la oferta del ministro de convertirlo en su asesor, volverá a su cargo en la fiscalía de Tres de Febrero. Hoy se formalizará el despido y, según fuentes del Ministerio de Seguridad bonaerense, será reemplazado por Alejandra Provitola, la auditora de Asuntos Internos, esos mismos asuntos internos que, según parece, distanciaron a estos dos fiscales amigos.