Un joven de 20 años, de quien se sospecha que participó en el secuestro y asesinato del estudiante Matías Berardi, fue detenido ayer en el partido bonaerense de Malvinas Argentinas. También cayó preso un hombre en la localidad bonaerense de Vicente López, por el presunto delito de encubrir a un segundo joven que está prófugo. Con estas capturas, suman siete los detenidos por el asesinato de Berardi, de 16 años, cuyo cuerpo fue hallado el miércoles a un costado de la ruta 6, en la localidad de Campana. La detención del joven de 20 años se hizo a las 11 en una casa de la localidad de Villa de Mayo, en Malvinas Argentinas. El joven detenido es Elías Vivas, de 20 años, según informó la Policía Bonaerense.

Vivas tenía un pedido de captura librado por el juez federal de Campana Adrián González Charvay, a pedido del fiscal Orlando Bosca, y se encontraba prófugo desde hacía dos días. Según las fuentes, el joven está “sindicado como partícipe directo en el secuestro y asesinato del chico”.

El otro operativo se realizó en un edificio de la avenida Maipú 1864, de Vicente López.

Los datos que manejaban los investigadores señalaban que allí debería encontrarse el otro joven prófugo, pero sólo se halló a un familiar suyo, a quien se le secuestraron “elementos de interés para la causa”. El operativo fue hecho por el Grupo Halcón. El jefe de la Policía Bonaerense, Juan Carlos Paggi, explicó que se busca “poner a disposición de la Justicia a aquellos que tuvieron participación en el hecho”.

Paggi agregó que “hay otro (joven) que está identificado y vamos a dar con él, no les quepa la menor duda”. En el operativo realizado en Vicente López estuvieron presentes el gobernador Daniel Scioli y el ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, Ricardo Casal.

Scioli sostuvo que el prófugo “es un sinvergüenza que estuvo detenido por una condena de ocho años”. Remarcó que “este bandido usaba tres nombres”. Matías fue capturado cerca de las 5.30 de la madrugada del martes pasado en Panamericana y ruta 26, en Ingeniero Maschwitz, cuando se bajó de una combi en la que regresaba a su casa tras ir a bailar con amigos en una discoteca de la Costanera porteña.

Cerca de las 6.20, uno de los secuestradores le exigió 500 pesos a la madre de Matías, mientras la mujer, que es maestra jardinera, escuchaba de fondo el llanto de su hijo. El padre les ofreció a los delincuentes 6000 pesos y pasadas las 8 del martes, realizó una denuncia al 911. Los secuestradores realizaron otras tres llamadas en las que subieron sus exigencias y llegaron a pedir 30.000 pesos, pero el martes a las 20.20 cortaron las comunicaciones.

El miércoles por la tarde la policía fue alertada por una pareja del hallazgo de un cadáver a la altura del kilómetro 200 de la ruta 6, que luego se comprobó que era el de Matías. El jueves fue detenido un herrero uruguayo, su mujer y sus dos hijas de 17 y 19 años, acusados de haber tenido cautivo a Matías en un galpón de su casa de Benavídez, pero ayer se negaron a declarar. También fue apresado un ex socio del herrero, Santiago García (60), quien dijo no tener relación con el hecho y aportó datos sobre la familia que sirven a la investigación.

La principal hipótesis es que el crimen de Matías pudo haberse producido porque, al intentar fugarse, pudo reconocer a sus captores y también el lugar donde estuvo cautivo.