Los restos de Araceli Ramos, quien fue encontrada muerta el viernes en un descampado de Villa Madero en el partido de La Matanza, fueron inhumados ayer. Al mismo tiempo, continuaba la búsqueda de Aída Amoroso, la dueña de la casa a la que la joven fue a una supuesta entrevista laboral, antes de desaparecer. En este sentido, la policía allanó el cementerio de González Catán donde desenterraron una bolsa con restos óseos. La hipótesis es que el ex prefecto Walter Vinader, único detenido por el crimen de Araceli, pudo también haber asesinado a Amoroso para quedarse con el inmueble y luego arrojado el cuerpo en ese lugar.

“Pasó mucha gente por la casa velatoria para despedir a un chica excelente y muy querida por todos. No lo podemos creer, parece una pesadilla. Teníamos la esperanza de que apareciera con vida, pero pasó lo peor. El asesino no tiene que salir más de la cárcel, no tiene cura. La noticia dejó frío a todo el país y el crimen de Araceli tiene que servir para que esto no les pase a otras chicas”, afirmó Julieta, una compañera de colegio de Ramos.

El velatorio de la joven de 19 años comenzó el viernes a la noche en la cochería Paraná, en la avenida Márquez y Las Malvinas, de Pablo Podestá, y, entre otros, asistió el jefe de la Policía Bonaerense, comisario general Hugo Matzkin. Finalmente, a las 13.30 de ayer, partió una caravana rumbo al cementerio local, donde Ramos fue enterrada cerca de las 14.

Por otra parte, en el marco de la búsqueda de Aída Amoroso, de 81 años, ayer a la mañana se allanó el cementerio Jardín de los Ceibos, de González Catán, donde se encontraron restos óseos. Los huesos fueron remitidos a la morgue policial de La Matanza para ser analizados, aunque en principio se cree que no son humanos. Estaban en un estado de descomposición avanzado dentro de una bolsa plástica, que fue desenterrada de abajo de una antena en el descampado al lado del cementerio, en el kilómetro 32 de la ruta 3.

En el lugar trabajó un grupo interdisciplinario de la Policía Bonaerense, integrado por expertos de Seguridad, Investigaciones y Científica, bajo las órdenes de Matzkin. Cerca de las trece se sumó el fiscal Enrique Velazco Cerviño.

Al igual que ocurrió el viernes con el hallazgo del cadáver de Araceli, los investigadores contaron con el testimonio de un remisero. En este caso, el hombre dijo que llevó hasta el lugar a alguien que reconoció como Vinader. El pasajero llevaba unos bultos importantes, supuestamente partes de antenas que, por su trabajo, tenía que instalar junto al cementerio. Por esta razón, el fiscal Velazco Cerviño envió a personal de la Dirección de Infantería de la Policía Bonaerense, que ingresó al predio con una excavadora para facilitar las tareas de remoción de tierra.

Amoroso, desaparecida desde el 20 de agosto, es la dueña de la casa de Puán 3754, en Caseros, a la que Araceli fue a una supuesta entrevista laboral, según le había dejado anotado a su madre. La principal sospecha de los investigadores es que Vinader pudo haber asesinado a Amoroso para apropiarse de su vivienda.

Las fuentes destacaron que tras detener a Vinader por la desaparición de Araceli, los pesquisas se dirigieron a su casa en Capital Federal. Allí encontraron una escritura de la vivienda de Amoroso y el certificado de defunción del hijo de la mujer, Emilio Razzónico. El muerto fue compañero de celda de Vinader y falleció en circunstancias que ahora también investiga la policía.

El cadáver de Araceli fue hallado en la madrugada del viernes en un descampado de Crovara y General Paz, en la localidad de Villa Madero, con las manos y pies atados con alambre y envuelto en cuatro bolsas de consorcio. Los investigadores llegaron a ese lugar por la declaración de otro remisero que fue quien explicó a la policía que Vinader lo contrató para trasladarlo desde una casa en Mataderos hasta ese descampado y que llevaba un bolsón grande en el cual le dijo que había antenas viejas.

Según los peritajes, la joven habría sido estrangulada y llevaba muerta entre siete y diez días, en tanto que deberán hacerse estudios complementarios para saber si fue abusada sexualmente.