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Para volver a verla, su ex pareja le dijo que quería entregarle un regalo de cumpleaños. Ella, tras varias negativas, accedió a un reencuentro. La mujer nunca sospechó que así comenzaría su propia pesadilla. Cuando se encontraron, su ex la tomó por la fuerza y la amenazó con matar a sus hijos si no volvía con él. Durante once días la mantuvo cautiva. Recibió golpes y fue abusada sexualmente. La policía, luego de una persecución vehicular, logró liberarla y detener al hombre. En el auto en el que viajaban la víctima y el captor encontraron un cuchillo de carnicero, un cargador con proyectiles y una cuerda de unos 15 metros de largo. La mujer contó que ya había sido secuestrada anteriormente durante 17 días por su ex pareja. En septiembre, otro hombre fue detenido en La Plata por haber mantenido cautiva a su mujer, una abogada de 38 años sometida a maltratos y vejaciones.

“Pasé días horribles. Me golpeaba porque decía que yo era una mirona, que no lo respetaba”, dijo Elva Leiva, tras ser liberada del cautiverio. La mujer, de 30 años, estuvo secuestrada en la casa de su ex novio, en Luis Guillón, en el sur del conurbano bonaerense. La liberación se produjo el miércoles a la noche, cuando Leiva y su ex, Eufemio Cabrera, de 51, circulaban en un auto Renault Fluence negro por las calles del barrio. Una patrulla policial hizo detener la marcha del vehículo, ya que sospecharon que podía ser el de Cabrera, y decidieron acercarse para identificarlo. La familia de Leiva había denunciado su desaparición y había informado que creía que Cabrera tenía un domicilio en Luis Guillón. Cuando los efectivos de la comisaría segunda de Esteban Echeverría se aproximaron al auto, el conductor aceleró con la intención de escapar. Tras una breve persecución, los policías pudieron cercar al vehículo en el cruce de las calles Valette y Rafael de Sanzio. Leiva pudo salir del auto y contar a los policias quién era.

Luego del calvario, la mujer contó que hace unos 15 días su ex comenzó a enviarle mensajes de texto a su celular y la convenció para encontrarse porque era su cumpleaños y quería entregarle un regalo. “Al principio lo insultaba y después accedí a verlo, porque venía mi cumpleaños y decía que quería hacerme un regalo. Cuando lo vi, fui adonde él estaba parado y, cuando me quise ir, ya no me dejó”, explicó Leiva. La víctima dijo que el hombre la tomó por la fuerza, le quitó el celular para que no pudiera contactarse con su familia y se la llevó cautiva.

Según la denuncia de la mujer, en el tiempo que estuvo retenida contra su voluntad en un departamento que alquilaba su ex en Independencia 1220, de Luis Guillón, Cabrera abusó sexualmente de ella, la golpeó y la amenazó reiteradamente. “Después de golpearme, intentaba curarme los moretones y las heridas que me hacía”.

Tras permanecer algunos días en Luis Guillón, el hombre llevó a su ex mujer a un hotel familiar en el barrio porteño de Flores, donde también la tuvo retenida contra su voluntad. “La encargada del hotel vio cuando me golpeaba y yo quise escapar, y él le dijo que yo estaba empastillada. El me metió para adentro y me volvió a pegar”, relató.

Leiva estuvo en pareja con Cabrera durante más de tres años y hasta convivieron en una casa de Luis Guillón, pero hacía cuatro meses se habían separado. De acuerdo con el relato de la mujer, ambos mantuvieron una relación sentimental con permanentes conflictos por el carácter posesivo del hombre.

A su vez, la víctima dijo que Cabrera la llevó a un templo umbanda, donde tenía previsto entrevistarse con “una persona que se llama Noemí, porque quería saber si yo lo iba a mandar preso. Esa señora le dijo que sí, que no me dejara ir, porque lo iba a mandar preso. Entonces salió enojado y empezó a amenazarme”. Leiva dijo que su ex novio “compró una Gillette y me dijo que me iba a cortar toda, que no le importaba nada porque estaba jugado, que iba a matar a mis hijos”.

Tras la liberación de la mujer, se inició una investigación que está en manos de la fiscalía descentralizada de Esteban Echeverría, a cargo de Juan Manuel Baloira. El funcionario ordenó, pocas horas después de la liberación, la inspección del departamento donde presuntamente se llevó a cabo el cautiverio, donde los detectives encontraron poco mobiliario.

Baloira imputó al detenido por los delitos de “privación ilegítima de la libertad, abuso sexual, lesiones y amenazas”, y ayer estaba previsto que lo entrevistara para escuchar su versión de los hechos.

En tanto, la Justicia estableció que el hombre ya había sido denunciado con anterioridad por Leiva y le habían impuesto una restricción para acercarse a la mujer hasta una distancia de 300 metros. La víctima contó que “el año pasado me secuestró durante 17 días, en los que también me golpeó y me amenazó. Esa vez hice la denuncia, pero no pasó nada. Sólo le pusieron la restricción para que no se me acercara, pero nada más. Espero que esta vez no lo dejen libre”.