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El fantasma de las hamburguesas y sus posibles efectos sobre la salud de los chicos volvió a sobrevolar la provincia de Buenos Aires a partir de un caso registrado en la localidad de Wilde. Se trata del niño Luciano Benítez, de 4 años, quien falleció el viernes, aparentemente a causa de una intoxicación. A diferencia de otros casos, esta vez las casas de comidas rápidas fueron ajenas al episodio, ya que las hamburguesas en cuestión fueron compradas en un hipermercado de la zona y cocinadas en la casa de los Benítez. “Para determinar la causante de la muerte, aún debemos esperar los resultados de los análisis de laboratorio”, sostuvieron con mucha cautela desde la comisaría de Wilde, donde se investiga si fue esa la causa de la muerte o hubo otras razones. Por lo pronto, dos hermanos de Luciano que también comieron hamburguesas fueron trasladados para su atención al Hospital Garrahan, con un cuadro similar al del pequeño fallecido, aunque ya fueron dados de alta. Y un tercero, que no probó bocado, no presentó síntomas.
El miércoles por la noche, Karina Lamer, la madre de Luciano, decidió preparar hamburguesas para toda su familia, compradas ese mismo día en un supermercado cercano a su domicilio, en la localidad de Wilde. A la hora, según su relato, Cristian, uno de sus hijos mayores, comenzó con vómitos y diarreas, síntomas típicos de la intoxicación. Después siguió Lourdes, de tan sólo tres años y finalmente Luciano, quien el viernes por la noche, dos días después de la ingesta de las hamburguesas, comenzó a sufrir convulsiones. Ante tal cuadro, Karina decidió llevar al pequeño al hospital de Wilde para que sea revisado por los médicos.
“Al chiquito lo trajo la madre la noche del viernes, porque tuvo una convulsión, y ella nos comentó que había comido hamburguesas. El nene quedó en observación y al repetir el cuadro de convulsiones se decidió sacarle una tomografía computada para ver su procedencia. Cuando lo trasladaban a un centro de Lomas de Zamora, que tiene el equipamiento, Luciano hizo un paro cardiorrespiratorio y murió, por lo que de inmediato pedimos la intervención policial”, explicó Jorge Lecovick, jefe de emergencias del Hospital de Wilde.
Ante el requerimiento de los médicos, efectivos de la comisaría quinta de Avellaneda se acercaron al lugar y le tomaron declaración a la madre del pequeño, quien afirmó haber comprado las hamburguesas en el “supermercado Coto de la localidad de Sarandí”. Una vez finalizado el trámite la causa pasó a manos de la Unidad Funcional de Investigaciones número 6 de Lomas de Zamora a cargo del fiscal José Luis Juárez.
“Todavía la causa está caratulada como averiguación de causal de muerte, ya que debemos esperar los exámenes de laboratorio para ver de dónde podría haber venido la intoxicación. Es necesario manejarse con mucho cuidado en estos temas”, dijeron fuentes policiales, mientras desde la municipalidad confirmaban que estaban a la espera de las órdenes de la fiscalía para ver si secuestraban mercadería en el local para poder realizar las pruebas del caso.
Hasta ahora, esa orden no llegó, como tampoco ninguna notificación a los responsables del supermercado para que retiren las presuntas hamburguesas en mal estado de la venta. “Nosotros nos enteramos por los medios de este caso, en donde muchas de las versiones son contradictorias entre si. Por ello, dado que todos los controles de calidad que realizamos habitualmente salieron bien y que no hemos recibido ninguna notificación ni de la Municipalidad, ni de la Justicia sobre este tema, no vemos la necesidad de retirar ningún producto de nuestras góndolas”, informaron voceros de la cadena de supermercados, quienes, sobre todo, se mostraron sorprendidos por la noticia.