Jueves, 21 de enero de 2016 | Hoy
SOCIEDAD › TRASLADARON A LOS DOS LíDERES DE LA BANDA ROSARINA A LA CáRCEL FEDERAL DE EZEIZA
Ariel Cantero y Jorge Chamorro fueron llevados a Ezeiza a pedido del Servicio Penitenciario de Santa Fe por un supuesto intento de fuga. Los abogados de los presos niegan esa versión y dicen que fue una excusa para cambiarlos de jurisdicción.
Por Claudio Socolsky
Desde Rosario
La Justicia provincial ordenó ayer el traslado, desde la cárcel rosarina de Piñero a la cárcel federal de Ezeiza, de Ariel “Guille” Cantero y Jorge “Ema” Chamorro, sindicados como cabecillas de Los Monos. El pedido fue realizado por las autoridades del Servicio Penitenciario provincial quienes entendieron que “ameritaba esa posibilidad” porque los detenidos están procesados por delitos federales. El pasado 28 de diciembre, el juez federal Marcelo Bailaque procesó a Cantero, Chamorro y a otras 21 personas por el delito de narcotráfico agravado. En los últimos días, presuntos episodios ocurridos en el perímetro del penal provincial levantaron las sospechas de las autoridades sobre un posible intento de fuga de los procesados. Los abogados defensores de los detenidos dijeron que el traslado los tomó “por sorpresa” y consideraron que las denuncias por una presunta fuga fueron una “puesta en escena” para que los detenidos fueran remitidos a otra jurisdicción. El ministro de Seguridad provincial, Maximiliano Pullaro, les bajó el tono a las acusaciones al señalar que el traslado de Cantero y Chamorro se venía tramitando desde fines del año pasado y su aprobación llegó el pasado martes.
La orden de traslado de Cantero y Chamorro al penal de Ezeiza fue emitida por la jueza provincial María Isabel Más Varela el martes a las 20. Ayer, se dispuso el operativo para derivar a los detenidos a la cárcel federal a la que arribaron a las 6.30.
En un comunicado, desde la cartera de Seguridad provincial indicaron que el pedido de traslado desde Santa Fe se realizó por entender que “su procesamiento por delitos federales amerita esta posibilidad”.
Bailaque había procesado a Cantero, Chamorro, a sus mujeres, y a otras 19 personas relacionadas con el clan Los Monos como miembros de una organización de narcotraficantes. El magistrado les dictó a todos prisión preventiva, y también ordenó que los dos presuntos cabecillas sean mudados desde la cárcel provincial de Piñero –donde seguían mandando en la banda a través de órdenes a sus compañeras– a una prisión del Servicio Penitenciario Federal. Era la primera vez que los Cantero quedaron involucrados en el primer plano de una causa federal por tráfico de drogas.
Un par de episodios ocurridos en los alrededores del penal de Piñero alertaron a las autoridades sobre un posible intento de fuga. El último se produjo el pasado sábado a la madrugada cuando dos personas se acercaron con armas de fuego al penal y se produjo un tiroteo con personal del Servicio Penitenciario. También advirtieron el sobrevuelo de drones.
Según el secretario de Asuntos Penitenciarios santafesino, Pablo Coccocioni, los rumores sobre la posible fuga comenzó el último día del año pasado, cuando estaban buscando a los hermanos Martín y Cristian Lanatta y Víctor Schillaci, quienes se habían escapado de la cárcel bonaerense de General Alvear.
Carlos Varela y Fausto Yrure, abogados de Cantero y Chamorro, criticaron a las autoridades provinciales. “Estaban desesperados por sacárselos de encima. No los querían tener acá. A raíz de eso hicieron una serie de denuncias, todas incomprobables y que indefectiblemente terminarán en archivo sobre esa presunta fuga. Para mí fue una puesta en escena”, aseguró Yrure.
“Los traslados nos tomaron por sorpresa, y aparentemente también tomó por sorpresa a las autoridades del penal de Ezeiza porque demoraron el ingreso y, por la información que tenemos, fue por falta de cupos”, dijo Varela. “Hasta ayer al mediodía, toda la situación estaba igual como antes de la feria judicial. Es decir, había traslados que había dispuesto el juez Bailaque, pero que todavía no había sido autorizado por la Justicia provincial”, agregó Yrure.
Además, Varela dijo que los rumores sobre una posible fuga de sus defendidos fueron “motivados para tratar de lograr el alojamiento de los detenidos en un servicio penitenciario ajeno a la provincia. Creo que fue montado. Hay una especie de paranoia generalizada en todos los funcionarios penitenciarios a partir de lo que pasó con los Lanatta y Schillaci. Están temerosos que se fuguen, aunque sea una posibilidad en un millón, y que sean sometidos al escarnio público como ha pasado con los funcionarios del penal de General Alvear”.
El ministro Pullaro explicó que el traslado “se trabajó desde el mismo momento que se hizo un procesamiento federal por un delito federal que es el narcotráfico. La provincia hizo el pedido como lo hace con todos los presos federales, tenemos alrededor de 400 presos federales en Santa Fe y esperaríamos que todos estén en cárceles federales”. El funcionario agregó: “Nunca dijimos que el tiroteo tenía que ver con la banda esta en particular, esto tiene que quedar claro. Tampoco dijimos que hubo posibilidad ni intento de fuga”.
Coccocioni, en tanto, dijo que el traslado se concretó tras conseguir el aval, tanto en la justicia federal como en la provincial. “El oficio dispone resguardar la integridad física, y además que sea a Ezeiza y no a cualquier unidad del Servicio Penitenciario Federal, con lo cual en principio estarían en un régimen de aislamiento, similar al que estarían los hermanos Lanatta y Schillaci”.
En este sentido, el funcionario dijo que cuando los condenados por el triple crimen fueron trasladados a Ezeiza, “nadie discutió esto. Era lo lógico”.
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