SOCIEDAD › HABLAN CHICOS QUE SE ENFRENTARON A MATIAS Y UNO DE SUS PADRES

“La muerte no fue por los golpes”

Los tres adolescentes aseguraron que en el grupo que se enfrentó con Matías no todos eran amigos y que sólo uno de ellos se golpeó con la víctima. Acusan por maltrato y violencia al policía.

 Por Horacio Cecchi

La historia de la muerte de Matías Bragagnolo, el adolescente de 16 años fallecido el domingo pasado, de madrugada, en Palermo Chico, sigue dependiendo de los resultados de la pericia forense. Pero a su alrededor comienzan a surgir las primeras voces de algunos de los protagonistas. El padre de uno de los chicos que participó o fue testigo de la gresca habló a los medios. Y durante la tarde, tres de los adolescentes se sumaron haciendo públicas sus versiones. Uno y otros coincidieron en sus versiones: subrayaron que el grupo de 11 o 12 chicos que peleó con Matías y sus dos amigos en realidad no eran todos amigos entre sí, y que sólo se conocían del boliche bailable Mint, de donde venían esa noche. También coincidieron en que no fueron ellos tres los que pelearon con Matías, sino los otros, “los que están detenidos, los del Abasto”. Los tintes del caso son curiosos y las declaraciones, según parece, empiezan a asociarse al color barrial. Un informe del Same no menciona evidencias de hematomas ni traumatismos superficiales propios de una riña callejera. Los testimonios no hablan de violencia como para provocar una muerte. Pero, por las dudas, “nosotros estamos con Blumberg”, afirmó la madre de uno de los inocentes a Página/12.

La jueza María Teresa Salgueiro ya había tomado declaración a los dos chicos detenidos. Según fuentes judiciales, mientras tramite la duda por los rincones del despacho de la jueza, permanecerán alojados en el Instituto Roca. Ayer continuó su tarea indagatoria al policía, el agente de la 53ª de 32 años y 3 de antigüedad Luis Villegas, detenido por causas que, a la distancia, no parecen suficientes para considerarlas por homicidio pero sí por violencia y maltrato contra un menor.

Tanto los testigos de un lado (los amigos de Matías), como los del otro (los que venían de bailar), apuntaron al uniformado acusándolo de violencia y maltrato. “Primero lo tiró con mucha violencia al piso, le hizo una toma y lo tiró –dijo ayer uno de los chicos–, y después le pateó los tobillos para que abriera las piernas, y las costillas.” La respuesta judicial, la detención del policía, no deja de sorprender, no por lo efectiva y correcta, sino porque la Justicia actuó en uno de entre miles de casos de violencia policial contra menores justo cuando el policía se violenta en Palermo Chico.

Ayer, Adolfo Bartra, el padre de uno de los adolescentes que pasaron por el despacho de la jueza el domingo y fueron liberados, sostuvo que la confusión de la información es con el grupo que volvía de bailar. “No era un solo grupo, no eran amigos entre ellos. Los que pelearon con el grupo de Matías eran otros componentes, y eran muy pesados.” Bartra no creyó que la muerte de Matías hubiera ocurrido por los golpes. “Se supone que si lo golpearon 13 la autopsia no hubiera dado así. Yo estoy seguro de que los golpes no lo mataron.”

Por la tarde, Javier, Alejandro y Gastón, los tres de 16 años y amigos entre sí, describieron los hechos a Radio 10. Según relataron los tres, sólo dos chicos pelearon, Matías con uno de los chicos detenidos. El segundo detenido es el que tomó la piedra e intentó arrojarla. “Era una piedra grande, como un pedazo del cordón de la vereda”, dijo uno de ellos. “Del tamaño de una de esas piedras amarillas para separar el tránsito”, dijo otro”. “Pero no la tiró. Yo le dije ‘qué hacés, boludo, tirá eso’, y se la tiré al piso”, dijo uno de los tres chicos. Según ese relato, los tres venían caminando desde el boliche Mint, en la Costanera, por Salguero y en dirección al Paseo del Sol, detrás del shopping Alto Palermo. Venían caminando con los que más tarde definirían como “los del Abasto”, a quienes apenas conocían “de vista”.

Dijeron que al llegar al kiosco de Gelly y Salguero se detuvieron a comprar “algo..., unas pastillas” y que en ese momento se desató la pelea. No supieron especificar el motivo, pero aseguraron que fue “uno a uno”, entre Matías y otro, y que el otro fue el más golpeado. Después corrieron. Ellos lo hicieron por curiosidad. Vieron caer a Matías en San Martín de Tours y volver a levantarse y seguir corriendo hasta el edificio, donde se guarecieron. Pero allí pudo entrar el otro grupo con el policía Villegas.

“Le hizo una toma y lo tiró al piso. Fue muy violento. No le decía nada. Le pegó en los tobillos para que abriera las piernas. Le encontró un celular pero era el de Matías. Después lo levantó, lo agarró del brazo con uno de los chicos que ahora está detenido y se lo empezó a llevar. En ese momento, Matías empezó a decir que se sentía mal, se sentó en una mesita del encargado y empezó a respirar mal, a respirar mal y después se puso muy blanco. Yo fui el que llamó al Same. Al policía después no lo vi más. No sé por dónde desapareció, pero no lo vi más.”

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El frente de Ortiz de Ocampo 2882. En el palier de entrada fue donde falleció Matías.
 
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