En la disputa judicial abierta por la implementación de la ley antitabaco en los espacios públicos de la ciudad de Buenos Aires, las empresas que se dicen afectadas ganaron otra vez la pulseada. Una nueva medida precautelar suspende en forma provisoria la aplicación de la norma en los bingos de Flores, Belgrano, Congreso y Lavalle. La resolución fue tomada por el mismo magistrado que había fallado a favor de la presentación del Bingo Caballito. Desde el Ministerio de Gobierno adelantaron que apelarán la medida.

Con esta decisión, las cinco salas de juego que funcionan en la ciudad no serán, por el momento, ambientes libres de humo. La ley 1779 empezó a ser cuestionada desde principios de octubre, cuando se implementó en todos los espacios cerrados de acceso público de la ciudad. La primera objeción fue del Bingo Caballito, que presentó un recurso de amparo en el Juzgado en lo Contencioso Administrativo Nº 1, a cargo de Juan Vicente Cataldo, que a mediados de octubre falló a favor de la casa de juego.

En este nuevo caso, la escena –al igual que sus actores que la interpretan– son idénticos, ya que el mismo magistrado escuchó los mismos argumentos en contra de la medida de boca del mismo abogado: Rubén Lombardi, apoderado de los cinco bingos.

En diálogo con Página/12, el letrado explicó que la medida obliga al gobierno porteño a “abstenerse de realizar inspecciones con sustento en la ley 1779 en los bingos hasta tanto “brinde informes sobre la reglamentación de la norma y comunique si se efectuaron inspecciones en el casino de Puerto Madero y en el Hipódromo”.

Aunque los beneficiarios de la resolución descontaron que la medida provisoria tomará una forma definitiva, el propio magistrado adelantó que fallará al igual que en la presentación anterior. “Esto es una medida precautelar por apenas tres días en el que pido a las partes que acerquen información, luego emitiré una medida cautelar para luego dedicarme a la cuestión de fondo”, sostuvo el juez.

“Contamos con planillas oficiales que comprueban que hubo entre un 40 y un 50 por ciento de merma en las salas, lo que se traduce en una baja en la recaudación”, sostuvo Lombardi, para luego explicar que esta disminución en el público se debe a que “seis de cada diez jugadores son fumadores”. Y aclaró: “No pedimos que la norma sea declarada inconstitucional, sino que los bingos sean exceptuados de la normativa”. Por su parte, desde el Ministerio de Gobierno porteño anticiparon que se opondrán a la medida judicial como ya lo hizo en el caso del Bingo Caballito. “Recién fuimos notificados ayer (por el jueves) de la medida, pero de todas formas, a través de la Procuración, vamos a apelar la resolución”, indicaron fuentes de la cartera política.