Lo que comenzó siendo una manifestación de estudiantes secundarios de la provincia de Neuquén en contra de la nueva Ley Nacional de Educación se convirtió al llegar el mediodía en una jornada de violencia que incluyó la toma del Consejo Provincial de Educación, una apedreada a la Casa de Gobierno local y la destrucción de vehículos estacionados en las inmediaciones de la zona de conflicto.

Pese a los disturbios, no se registraron heridos ni tampoco hubo detenidos, ya que la policía de la provincia resolvió no intervenir al tratarse de menores de edad. En la manifestación se reclamó además de boletos gratuitos, la apertura de más comedores escolares y reparaciones en edificios.

Los incidentes comenzaron pasadas las 12, cuando algunos jóvenes atacaron los automóviles estaciones en los alrededores de la Casa de Gobierno. La situación se agravó cuando se arrojó una bomba molotov contra un Chevrolet Corsa Weekend y se quemó, parcialmente, un Volkswagen Polo. Desde la Central Unica de Estudiantes Secundarios sostuvieron que los jóvenes que protagonizaron los hechos violentos eran “infiltrados”.