Al describir la situación social en Argentina ante la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, denunció que los pobres ya no son sólo explotados, sino que además son “sobrantes”. “Ya no se trata simplemente del fenómeno de la explotación y opresión, sino de algo nuevo: con la exclusión queda afectada en su misma raíz la pertenencia a la sociedad en la que se vive, pues ya no se está en ella abajo, en la periferia o sin poder, sino que se está fuera. Los excluidos no son ‘explotados’ sino ‘sobrantes’”, denunció el purpurado porteño en la reunión de obispos que se realiza en la ciudad brasileña de Aparecida.

En otra parte de su exposición, Bergoglio, que fue elegido presidente de la comisión que redactará la declaración final de los obispos, reconoció que “la tradición católica de nuestro pueblo (por los argentinos) se enfrenta hoy con el desafío del pluralismo religioso y de la proliferación de movimientos religiosos”. Advirtió en este sentido que la Argentina tiene “una mayoría de bautizados”, pero que una buena parte de los creyentes presenta “una evangelización superficial”. “Es necesario que reconozcamos –agregó– que si parte de nuestro pueblo bautizado no experimenta su pertenencia a la Iglesia se debe, en muchos casos, a una evangelización superficial de gran parte de la población”.

El presidente del Episcopado argentino lamentó también que “muchos cristianos vivan una separación entre fe y vida que se manifiesta particularmente en la falta de un claro testimonio de los valores evangélicos en su vida personal, familiar y social”.

La asamblea regional de obispos cerrará sus deliberaciones el próximo 31 de mayo con una declaración final que previamente deberá aprobar el papa Benedicto XVI.