Domingo, 30 de septiembre de 2007 | Hoy
Especialistas reunidos en Villa Gesell discutieron cómo tomar “medidas urgentes” para que las playas no desaparezcan por la erosión. Un recurso es un dragado especial de arenas.
Por Carlos Rodríguez
Desde Villa Gesell
En el marco del Congreso Binacional de Gestión de Calidad de Playa, que se realiza en esta ciudad, un experto argentino planteó la necesidad de tomar “medidas urgentes” para diagramar un plan de salvataje de la costa atlántica frente al avance permanente del mar. En ese sentido propuso la puesta en práctica de un proyecto para ampliar las playas y duplicar las dunas existentes mediante la extracción de arena por un sistema de dragado que se conoce como “refulado”. Enrique Schnack, del Laboratorio de Oceanografía de la Universidad Nacional de La Plata, dijo que los trabajos podrían realizarse en cuatro meses, con un costo de alrededor de ocho millones de dólares, para un sector que incluye los seis balnearios del Partido de la Costa, Villa Gesell y Pinamar. Los trabajos servirían para levantar un muro de contención más sólido frente a un oleaje cada vez más intenso que erosiona las playas.
“Creo que hoy existe la voluntad política para realizar esta obra y pienso que es el momento ideal para hacerlo”, sostuvo Schnack, en diálogo con Página/12. Explicó, a grandes rasgos, que el trabajo consistiría en extraer –mediante dragas y cañerías–, la arena que arrastra el mar desde los bancos profundos, para que se vaya sumando a la playa. Con el aporte de un equipo integrado por Armando Scalise, Federico Isla, Eduardo Rodríguez y Andrés Iaureguizar, el experto recordó que muchas décadas atrás “la playa tenía, en esta zona, una extensión de unos cien metros y ahora, cuando mucho, llega a cincuenta”. Lo que se pretende es “volver a esos cien metros”.
De esa manera se lograrían “playas más anchas y robustas que brindarían protección ante un evento de tormenta severo y actuarían como un amortiguador adecuado para eventos múltiples de tormenta”, como el ocurrido aquí en diciembre de 2003 y que puso en el tapete el avance de la erosión. Schnack precisó que la urgencia mayor está en los balnearios de la Municipalidad de la Costa, es decir en Mar del Tuyú, San Clemente, Las Toninas, Santa Teresita, San Bernardo y Mar del Ajó, pero que también debería realizarse en Villa Gesell y Pinamar.
El experto admitió, como limitación, el costo que significaría, sobre todo para el presupuesto del Municipio de la Costa. La aplicación aparece como mucho más cercana y posible en el caso de Villa Gesell y Pinamar. En caso de hacerse sólo en estas dos playas, el costo del proyecto sería de 2,5 millones de dólares.
Luego de comentar que el “refulado” se está haciendo ya en algunos lugares de Europa, sobre todo en Alemania, precisó que la tarea “exige un monitoreo para medir sus resultados. Al término de un año habría que comprobar cuánto avance registró el mar sobre la playa ganada, porque eso es inevitable, a fin de determinar cada cuántos años hay que realizar un trabajo similar para ir solidificando el sector de playas”.
Schnack dijo que “el hecho de que hayamos sido invitados a exponer nuestro proyecto por el propio intendente de Villa Gesell (Luis Baldo) y que él haya sido el que presentó nuestra iniciativa está indicando que existe una voluntad política para enfrentar el problema y buscar soluciones. Lo mismo ocurre con el Municipio de la Costa y con otras autoridades oficiales”. El experto advirtió sobre la necesidad de que “todos los intendentes y autoridades comprendan la necesidad de realizar tareas conjuntas, porque la costa es una sola y es necesario unificar los criterios para tener resultados favorables”.
El especialista presentó su ponencia en el marco del Congreso Binacional de Gestión de Calidad de Playa, que finalizó hoy. Además de expertos, concesionarios y autoridades comunales de Argentina, participaron representantes del Uruguay. Una de las panelistas fue la directora del Servicio Laboratorio Calidad Ambiental, Beatriz Brena, que explicó los trabajos que se vienen realizando para mejorar la calidad de agua en 14 playas de Montevideo, algunas de ellas afectadas por la contaminación.
Schnak es miembro de la Comisión de Investigaciones Científicas de la provincia de Buenos Aires y principal responsable del proyecto de “refulado”. El programa fue financiado por el Consejo Federal de Inversiones. Entre otros trabajos, se hicieron relevamientos del lecho marino costero y se tomaron muestras de sedimentos. De ese modo se determinó que en el litoral analizado la pérdida anual de arenas es de 550 mil metros cúbicos por año. Esto significa que la costa retrocede un metro por año desde hace 50 años.
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