La mujer que el miércoles mató a un ladrón que la asaltó en su casa, en Villa Madero, partido de La Matanza, quedó en libertad, ya que el fiscal del caso consideró que no evadirá la acción de la Justicia. La mujer sigue imputada por el delito de homicidio simple, pero el fiscal debe determinar si el hecho puede encuadrarse en la figura penal de “exceso en la legítima defensa”. En su declaración judicial, la acusada dijo que estaba “consternada” por lo que había hecho.

Se trata de Bernarda Garay Ocampo, de nacionalidad paraguaya, de 47 años, quien al ser indagada por el fiscal Guillermo Bordenave aseguró que le disparó al asaltante porque sintió que su vida “corría peligro”. Es que, según argumentó, creyó ver cómo el ladrón llevó su mano hasta la cintura, en lo que ella consideró como el ademán clásico de quien desenfunda un arma.

“Estoy consternada por haber matado a una persona”, fueron las primeras palabras de Garay Ocampo al ser indagada por el fiscal de La Matanza, según informó su abogado defensor, Hugo López Carribero. Tras la indagatoria, el fiscal Bordenave no pidió la detención formal de Garay Ocampo al considerar que la acusada no va a evadir la acción de la Justicia, por lo que minutos después de las 17.30 la mujer recuperó al libertad desde la comisaría de Villa Madero. Según informó el abogado, la mujer está enferma de cáncer.

López Carribero consideró que “la Justicia ha hecho lo que corresponde” al no pedir la detención, aseguró que “no existe ninguna posibilidad” de que la mujer obstaculice la investigación y señaló que la indagatoria “fue un elemento determinante para entender que obró dentro de la legítima defensa”. “Hoy no se demostró que es inocente, aunque yo sí lo creo, pero sí que no existen elementos suficientes para que quede detenida”, opinó el defensor.

Para López Carribero, la causa recién comienza y “todavía restan reunir elementos probatorios que permitan determinar la falta de responsabilidad total, como el resultado de las pericias balísticas, psiquiátricas y planimétricas”. El letrado agregó que su defendida “está mal porque al margen de la situación traumática, es paciente oncológica y ahora tiene síntomas que hace tiempo no tenía”. Informó que por su recomendación, no regresó esta noche a su casa de Villa Madero donde ocurrieron los hechos sino que se reubicó en la vivienda de un familiar.

Por su parte, Rubén Guzmán, cuñado de Garay Ocampo, dijo que toda la familia está muy “conmocionada” por lo ocurrido, ya que su familiar “nunca había disparado un arma”. “La conozco desde hace 16 años y nunca la vi con un arma. No quiere saber nada con las armas, absolutamente. Creo que reaccionó de esta forma para defender sus cosas”, dijo Guzmán.

El hecho ocurrió el miércoles, cuando dos asaltantes entraron a robar a la casa situada en avenida Vélez Sarsfield al 1300, casi esquina Alvarez, a una cuadra de la estación de trenes Villa Madero. Uno de los ladrones redujo a Garay Ocampo, la tiró sobre la cama y la ató de pies y manos con dos cables. Luego, colocó en una bolsa un equipo de audio, una videocasetera, un walkman, alhajas, el CPU de una computadora, dinero y otros objetos que había a la vista, como una planchita para el pelo. En ese momento, otro asaltante que había quedado de “campana” gritó al que estaba adentro que debían irse porque alguien los había descubierto. Ambos se fueron corriendo. Pero en el apuro, el que había entrado a robar se olvidó un revólver calibre 32 largo.

La mujer logró desatarse y salió a perseguirlos con el arma en la mano. Cuando los alcanzó, se produjo la escena descripta al principio, que investiga la Justicia, y el disparo que terminó con la vida del asaltante.