Un hombre retiró 15 mil pesos de un banco en Panamericana y Márquez. Lo acompañaba un amigo, Pablo Benavida, personal trainer de famosos. Después de retirar el dinero los dos se perdieron de vista, cada uno hacia su propio domicilio. Benavida subió a su Toyota Hilux y partió rumbo al country El Carmel. El trainer tendrá músculos pero no ojos en la espalda, y no advirtió que un grupo de mentes criminales lo seguía dispuesto a todo. Lo cerraron, subieron a la Toyota, y en segundos estaban amenazando al personal trainer. Cuando lo revisaron comprendieron que habían errado al blanco. El dinero se lo había llevado el amigo. Erróneos pero tozudos, las mentes criminales llamaron por celular al amigo: “Che, tenemos a Pablito, entregá el dinero y se resuelve”. “No lo conozco”, dijo la voz desde el otro lado de la línea. Momento horrible para las mentes criminales. Y para el trainer. Al final, se apiadaron y lo dejaron correr por la ruta, libre y sin la Toyota, que reapareció por La Matanza.