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“No estamos más que llegando a las consecuencias de un modelo económico excluyente y centralizador: hoy tenemos a nuestros chicos muertos de hambre. Tenemos cuadros gravísimos, diarreas necrotizantes, que provocan la muerte y son causadas por aguas no potabilizadas, parasitosis de todo tipo... Esto no es sólo en Tucumán. Gracias a Dios los medios descubrieron la pobreza”, declaró ayer ante Página/12 la ministra de Desarrollo Social, Nélida “Chichi” Doga, poco antes de reunirse, en suelo tucumano, con su equipo técnico y profesionales locales para evaluar la situación en la provincia, en la que en los últimos días fallecieron 9 chicos por desnutrición grave.
Doga hizo un llamamiento a “toda la sociedad” para que, sin fijarse en distingos políticos, contribuya a la lucha “integral” contra la pobreza que está encarando el Gobierno para superar una crisis que, estimó, ya lleva demasiados años. “Estamos viviendo las consecuencias del crecimiento de la pobreza de los últimos diez años”, agregó. “Voy a pedir con el corazón a la comunidad que se acerque a ayudarnos, porque por más que la Nación haga un esfuerzo grande, se nos están muriendo chicos todos los días. Estamos desesperados”, reconoció la ministra.
Doga destacó que ya hizo cuatro viajes a Tucumán y a otras provincias que tienen miles de familias debajo de la línea de la pobreza, y alertó que por más que se estén distribuyendo alimentos en forma correcta y según lo programado, hay madres embarazadas y bebés y niños en situaciones tan críticas por años de desnutrición que sus organismos ni siquiera logran absorber los alimentos que se les proporcionan. También advirtió sobre las graves deficiencias en la distribución de agua potable y de los sistemas cloacales, que contribuyen a agravar hasta el extremo el trágico cuadro de la pobreza. Doga, además, anunció que se propone determinar “qué pasa en los barrios” carenciados de la provincia de Tucumán, “donde los programas que mandamos no han llegado”. La funcionaria informó estar “armando una red especial de contención” sobre esta extrema miseria, de la que participan “responsables técnicos del rectorado de la Universidad de Tucumán, especialistas en nutrición, médicos”, la que se sumará a los “2.770.000 pesos que mandamos cada dos meses” a esa provincia.