SOCIEDAD
Un argumento de campaña
No faltaron en esta campaña electoral los que usaron los secuestros como una forma de publicitar al candidato Carlos Menem. Presentan al riojano como el hombre del orden y en lugar de buscar elementos más serios y precisos sobre los secuestros, se preocuparon por exhibirlos como bandera electoral.
En el rubro secuestros hubo de todo. El caso de Antonio Echarri, protagonizado por una banda más que extraña, con presencia policial, a la que asombrosamente se dejó escapar. Pareció más una movida para voltear al gobernador Solá y al ministro Cafiero que un verdadero secuestro. Ahora aparece el caso de Juan Marcelo Ramírez, que sería más un prófugo que un secuestrado. Y para hacer número se incluyen los autosecuestros y los secuestros express. Muchos de ellos son protagonizados por bandas que antes robaban bancos y que hoy encuentran en esta modalidad una forma fácil de hacer dinero.