El presidente uruguayo, José Mujica, recibió una leve herida en el rostro al tratar de ayudar a un vecino al que el temporal de lluvia y viento que azotó al país estaba destruyendo parte de su vivienda.

Mujica, que reside en un barrio popular de la periferia de Montevideo en una pequeña granja donde se dedica a cultivar flores, atendió a los medios uruguayos a la mañana con una visible marca en el rostro, causada, según explicó, “por una chapa” que se estaba volando por el viento.

Con su habitual tono campechano, el mandatario narró brevemente el origen de su herida. “Fue una chapa, no de mi casa. Fui a dar una mano a los vecinos, la estábamos atando y no pudimos con ella. Pero me salió barata”, dijo, aludiendo a que el accidente pudo haber sido más grave.